La infanta Cristina quiso reunir a toda la familia por un motivo muy especial. Irene Urdangarin se graduaba en Ginebra y celebraba su mayoría de edad. Todos los miembros de la familia real acudieron a este acto tan especial para la joven. Iñaki Urdangarin y su todavía mujer se reencontraron tras más de un año separados a escasos días de firmar el divorcio. También estuvieron presentes los hermanos de la protagonista, Miguel, Juan y Pablo. Los abuelos de ésta, tanto por parte de su madre, como de su padre, y sus tías y primos, como la infanta Elena y Victoria Federica y Froilán.
Máxima expectación por este encuentro familiar en el que las grandes ausencias fueron Felipe y Letizia con Sofía y Leonor, totalmente comprensible, ya que siguen en su intento de no coincidir con Juan Carlos I en un acto. Parece que toda la familia ha recibido las órdenes de Zarzuela y aunque han coincidido en la graduación de Irene Urdangarin y se les ha visto salir a todos del mismo hotel, financiado por el emérito como regalo de cumpleaños, los cientos de fotógrafos congregados a las puertas no pudieron hacer la fotografía que tanto ansiaban. Iñaki Urdangarin con la infanta Cristina o incluso con Juan Carlos y Sofía.
Zarzuela veta cualquier tipo de fotografía en los medios de comunicación
La familia al completo siguió una estrategia para que no apareciese ninguna fotografía, por mucho que fuese un motivo de celebración. Al salir del hotel se trasladaron al acto en furgonetas de lujo con los cristales totalmente opacos para que no se viese lo que sucede en su interior. Incluso el personal del hotel ayudó a que no apareciese ni una sola fotografía. Utilizaron paraguas negros para tapar a los protagonistas de este evento.
Sin duda, Iñaki Urdangarin se convirtió en persona non grata desde que le salpicó el caso Noós y entró en prisión declarado como culpable de una trama de fraude fiscal. Sin embargo, peor visto está por la familia desde que ha sido infiel a la infanta Cristina con Ainhoa Armentia. El exduque continúa su batalla encarnizada por conseguir el máximo beneficio con el divorcio. Ya no pertenecerá a Casa Real, pero no quiere irse con las manos vacías.
Iñaki Urdangarin pide 25.000 euros mensuales, dos millones de euros de indemnización, varias propiedades en la costa francesa a su nombre, mantener los escoltas y que se le financien todos los viajes relacionados con sus hijos. La infanta Cristina no está dispuesto a ceder, no quiere financiar la vida de Ainhoa Armentia después de la humillación pública.
En la celebración todos estuvieron muy correctos y educados. No obstante, por lo menos públicamente intentaron evitar a Iñaki Urdangarin. La infanta y el exduque de Palma no quisieron coincidir en la mesa, les separaron sus hijos. No hay ninguna fotografía del restaurante ni de la graduación. Zarzuela se ha encargado de dar un toque de atención a la familia y comprar cualquier imagen a los medios de comunicación.