Letizia quiso que la corona se desvinculase completamente del apellido Borbón. En eso piensa como Jaime del Burgo, los Borbón son el peor mal para la monarquía española. Han sido unos años muy complicados en los que han obligado a Juan Carlos a abdicar y a exiliarse a los Emiratos Árabes, donde continúa desde hace cuatro años, aunque sus visitas a España son cada vez más frecuentes. Todos los miembros de la familia han perdido sus funciones, dejando a Casa Real únicamente con cinco representantes. Letizia y Felipe como reyes, Leonor como princesa y futura heredera al trono, y Sofía como infanta. Por ahora, Zarzuela aún cuenta con la ayuda de la reina Sofía en el papel de emérita.
La reina Sofía se ha desvinculado completamente de Juan Carlos. Todos sabían que la emérita no sentía absolutamente nada por el emérito. Su relación estaba rota desde el principio. Por este motivo, ella siempre fue vista como una víctima y nunca se vio afectada por los tejemanejes del padre de sus hijos.
La reina Sofía estuvo presente en el sepelio del enemigo de Juan Carlos
La emérita ha continuado mostrando unidad familiar en las apariciones que ha coincidido con Juan Carlos, escasas a día de hoy. Pero su relación siempre es nula, ni tan siquiera se saludan, ni se miran. El pasado fin de semana, Sofía sentenció al exmonarca con su aparición en el funeral de Víctor Manuel de Saboya, íntimo enemigo de Juan Carlos. Falleció hace una semana y el pasado sábado 10 de febrero se celebró el funeral.
La reina Sofía se desplazó hasta Turín, ciudad en la que tuvo lugar el sepelio, en la basílica de Superga. La emérita siempre ha sido una mujer muy religiosa y nunca falta a estos actos. Es muy devota.
El príncipe tenía una personalidad muy fuerte y polémica, la misma que le llevó a enfrentarse con Juan Carlos, a pesar de haber mantenido una estrecha amistad en el pasado. Ambas familias, los Saboya y los Borbón, vivieron juntas en su exilio en Portugal. La enemistad entre ambas familias nos sitúa en 2004, cuando celebraron en el palacio de Zarzuela un evento familiar con motivo de la boda de los entonces príncipes. Víctor Manuel inició una pelea a puñetazos con su primo, el ahora fallecido duque Amadeo de Aosta (primo hermano de la reina Sofía). Según varias fuentes, tras ese hecho, Juan Carlos se enfadó y no se lo perdonó, exclamó un “nunca más” y se distanció de Víctor Manuel.
Con este enfrentamiento era normal que Juan Carlos no apareciese por el sepelio, aunque sorprendió la visita de la reina Sofía, con la que deja claro que están totalmente distanciados. Zarzuela podría estar detrás de esta acción.