La reciente ausencia de los reyes de España en la ceremonia de reapertura de la catedral de Notre-Dame en París ha generado una intensa polémica y fuertes críticas en España. La reapertura, celebrada el pasado sábado, marcó un momento histórico tras los cinco años de trabajos de reconstrucción que siguieron al devastador incendio de 2019. El evento congregó a cerca de 1.500 invitados, incluidos alrededor de 40 dignatarios internacionales de alto perfil, como el presidente francés Emmanuel Macron, su esposa Brigitte, el presidente de Ucrania Volodímir Zelenski, o el príncipe Guillermo de Inglaterra, entre otros.
A pesar de que tanto los reyes Felipe VI y Letizia, como el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, recibieron invitaciones personales para el evento, ninguno de ellos asistió. Urtasun alegó compromisos familiares, mientras que los Reyes rechazaron la invitación en un contexto que ha dejado muchas preguntas sin responder. Este vacío en la representación española derivó en un cruce de acusaciones entre los ministerios de Cultura y de Exteriores, responsabilizándose mutuamente de la ausencia oficial.
Los reyes de España no podían acudir a la reinauguración de Notre-Dame sin el refrendo del Gobierno
La normativa de protocolo establece que el rey no puede asistir a actos oficiales en el extranjero sin el refrendo del Gobierno. Según fuentes como Vozpópuli, fue el propio Ejecutivo quien habría condicionado la inasistencia de los reyes. La negativa de Urtasun a delegar o asistir provocó que la representación real también se viera impedida, ya que no podía actuar sin la presencia de un miembro del Gobierno.
Desde Casa Real, se exploraron alternativas, como la posibilidad de enviar a la reina emérita Sofía, pero esta opción también fue descartada por los mismos motivos protocolarios. Según trascendió, altos cargos de Zarzuela habrían presionado para encontrar una solución que permitiera algún tipo de representación española, pero estas gestiones no prosperaron.
Sin noticias de la reina Letizia
En medio de esta situación, se intentó localizar a la reina Letizia desde la noche del viernes hasta la madrugada del sábado, con el objetivo de explorar una salida conjunta al problema. Sin embargo, estos esfuerzos resultaron infructuosos. La reina, cuya agenda estaba despejada hasta el lunes por la tarde, decidió aprovechar el puente para ausentarse de la actividad oficial. Según las fuentes, esta decisión fue tomada bajo el entendimiento de que no habría posibilidad de acudir al evento debido a las restricciones impuestas por la ausencia de un representante gubernamental.