En el corazón de la Casa Real, la figura de Felipe VI ha comenzado a ser objeto de un análisis más profundo, revelando una faceta menos conocida de su vida personal. A medida que se desvelan detalles sobre su rutina y el estado de su relación con Letizia, se hace evidente que encontró un equilibrio entre sus deberes reales y su vida privada, lo que ha llevado a la normalización de lo que algunos podrían considerar una “doble vida”.
Desde hace algún tiempo que la rumorología comenta la supuesta infidelidad de Letizia al rey Felipe VI. Según Jaime del Burgo, el que fuera marido de Telma Ortiz, hubo una relación entre él y la reina en los tiempos en los que ya estaba casada y con sus dos niñas. Tenían planes para empezar una vida lejos, tener un hijo en común y comprar una vivienda. Aunque, al final, nada de esto ocurrió y se dice que la relación de los reyes se debilitó cuando el monarca descubrió estos planes.
Pilar Eyre, Jaime Peñafiel y otros periodistas corroboran que el matrimonio real se mantiene unido de cara a la galería, pero que en la intimidad hay total distanciamiento. Es por esto que el hijo de los reyes eméritos tiene vía libre para vivir su vida, ¿a quién ve, a qué se dedica cuando no responde a sus deberes reales?
Las escapadas de Felipe VI sin Letizia, crecen los rumores
El rey ha sido visto en diversas ocasiones disfrutando de cenas con amigos cercanos y realizando actividades los fines de semana, parece haber establecido un círculo íntimo que comprende y acepta sus dinámicas. Estas reuniones, que a menudo se llevan a cabo sin la presencia de Letizia, han suscitado una serie de especulaciones sobre la naturaleza de su relación.
Las cenas y los viajes en grupo o en pareja han sido parte de la vida del royal desde hace años, por lo que es extraña esta faceta de su vida en solitario. Este aspecto ha sido, en cierto modo, “regularizado” por la Casa Real, que ha optado por ocultar dichas actividades. Y es que, además de quedar con sus amigos, entre su grupo de frecuentes hay una mujer especial. Informan que es una heredera con la que el jefe de Estado se siente muy a gusto, por lo que podrían estar manteniendo una relación “secreta”.
Se habla de encuentros en los que procuran intimidad, aunque para las salidas públicas se rodean de amistades para encubrir su vínculo. Parece que hay mucha ilusión, por lo que la situación en Zarzuela es más difícil. Existe la posibilidad de un divorcio cuando la infanta Sofía cumpla la mayoría de edad, aunque estas son suposiciones.
La idea de una “doble vida” suena intrigante en el caso de Felipe VI. Estos encuentros privados pueden ser vistos como una manifestación de la necesidad de equilibrio en la vida de un monarca que, como cualquier persona, busca momentos de desconexión. Letizia, por su parte, también ha tenido sus propias salidas.