La figura de Juan Carlos I sigue siendo motivo de controversia dentro y fuera de la Casa Real. Recientemente, un nuevo episodio ha intensificado las tensiones: el emérito ha sido obligado a cancelar su viaje a España tras una orden directa de Zarzuela. El objetivo era celebrar su cumpleaños, el próximo 5 de enero, en territorio español junto a sus familiares, pero los planes se frustraron debido a las polémicas que persiguen al antiguo monarca.
Actualmente, Juan Carlos I reside en Abu Dabi, un lugar donde disfruta de un estilo de vida cómodo y de la compañía de amigos influyentes. Sin embargo, su situación personal es cada vez más delicada. Su salud ha empeorado considerablemente; informes médicos recientes revelan que terminará sus días en una silla de ruedas debido a su movilidad reducida. Los tratamientos de medicina regenerativa a los que se ha sometido no han dado resultados satisfactorios, lo que añade un componente de urgencia a su deseo de volver a España.
Juan Carlos I está como loco por volver a España de forma permanente
Para Juan Carlos I, morir lejos de su país natal sería una profunda deshonra tanto para él como para la corona. Este hecho no solo representaría un golpe emocional para su familia, sino también un desafío logístico: el cuerpo tendría que ser repatriado a Madrid, generando un nuevo foco mediático. A pesar de estos argumentos, Felipe VI ha dejado claro que el retorno indefinido de su padre no es viable bajo las actuales circunstancias.
El veto a su regreso está ligado, en gran parte, a los continuos escándalos que rodean al emérito. En las últimas semanas, nuevas revelaciones han minado aún más su imagen pública. Por un lado, salieron a la luz fotografías comprometedoras con Bárbara Rey, mientras que por otro, se conocieron detalles sobre una fundación creada en Abu Dabi para gestionar su herencia sin pagar impuestos, con la colaboración de sus hijas, las infantas Elena y Cristina. Estas noticias han reavivado las críticas hacia la monarquía y han llevado a cinco magistrados y fiscales jubilados a presentar una querella contra él.
Felipe VI, harto de los escándalos de su padre
La presencia de Juan Carlos I en España se ha convertido en un problema para la estrategia de modernización que impulsa Felipe VI. Cada visita del emérito genera una oleada de atención mediática negativa que daña la reputación de la institución monárquica. Por esta razón, Zarzuela tomó la decisión de cancelar su viaje, impidiéndole abordar su avión privado.
El emérito tendrá que resignarse a celebrar su cumpleaños lejos de su tierra natal. Las opciones que maneja incluyen recibir a sus familiares en Abu Dabi o desplazarse a Ginebra, donde vive su hija Cristina. Sin embargo, estas alternativas no satisfacen del todo sus deseos de estar en España, un anhelo que parece cada vez más lejano.