A principios del mes de febrero, concretamente el día 6, Felipe VI y Letizia coincidieron en un acto juntos en Murcia. Los reyes visitaron Caravaca de la Cruz con motivo del Año Jubilar. La monarca no quería asistir a este acto institucional porque está en contra de la religión, ella se ha declarado siempre agnóstica confesa, pero se vio obligada por la imagen de la corona. Los monarcas han estado acompañados por ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, y el jefe del Ejecutivo murciano, Fernando López Miras. El alcalde, José Francisco García, ha entregado al Rey la llave de la ciudad, la mayor distinción que recoge el Reglamento Municipal de Honores y Distinciones. El presidente de la Comunidad, en nombre del Gobierno de la Región de Murcia, ha entregado como obsequio a los Reyes el ejemplar original del grabado de imprenta 'Proclama de la Constitución de 1837’
Caravaca de la Cruz vivió un año glorioso, el pasado año 2024 cerró con más de 800.000 visitantes, un 60% de incremento con respecto a 2017. La región ha superado los 200 millones de euros.

Los monarcas se desplazaron hasta la Real Basílica Santuario de la Vera Cruz, donde saludaron a miles de ciudadanos esperando su llegada. Posteriormente entraron al templo para asistir a la ceremonia oficiada por el obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, quien se enfadó por la actitud que mostró Letizia en todo momento. Fue la hora más insufrible de los últimos tiempos.
Letizia huye de la religión
Letizia siempre intenta evitar ir a cualquier misa, no es religiosa y tampoco creyente. No está dispuesta a cambiar sus creencias ni convicciones. Cuando los reyes entraron en la iglesia para ocupar su sitio, Felipe VI se santiguó, mientras que la monarca entró con el rostro serio y sin mover ni un dedo. La madre de Leonor y Sofía estuvo quieta, escuchando la ceremonia, pero sin más. Como si hubiese desconectado por un momento y su cabeza estuviese en otro sitio.
La iglesia está muy enfadada con ella por su actitud y por rechazar todos los compromisos que están relacionados con ella. A diferencia de la reina Sofía, Letizia no quiere saber nada de la religión. Ha eliminado todos los actos institucionales, y ha enseñado de la misma forma a Leonor.
Después de este día, Casa Real se vio en la obligación de pedir disculpas al obispo y a las altas esferas por su comportamiento inadecuado. Es algo común que suele pasar en actos de este tipo. Va obligada, pero no piensa hacer ningún paripé.