La familia real tuvo uno de los momentos clave del verano con la primera salida ociosa que ha habido en la semana que llevan en Palma de Mallorca. El lugar era idílico, el restaurante Mía, un sitio especializado en comida de la isla y la ocasión dispuso la participación de la reina Letizia y la reina emérita, Sofía. Tras un verano polémico, era el momento de firmar la paz de cara al mundo con una cena que escenificara la unidad familiar, sin embargo, no fue del todo así.

Aprovechando el segundo lugar logrado por el rey Felipe VI en la Copa del Rey de Vela, primer podio desde que es patrón del Aifos, estuvieron en la cena los Reyes, Leonor y Sofía, la reina emérita y su hermana Irene, conocida por todos como la tía ‘Pecu’.

La reina Sofía junto a sus nietas
La reina Sofía junto a sus nietas

Este momento familiar hubieran querido desde Zarzuela que se cumplieran los deseos de la reina Sofía, quien quería reunir a toda la familia al completo, sin embargo, ese plan fue desechado por Letizia, quien no quiso que hubiera la presencia de Elena y Cristina y tampoco de sus hijos. Algo que no gustó nada a Sofía de Grecia, quien durante las últimas semanas había intentado evitar lo máximo posible el contacto con Letizia.

Sin embargo, Zarzuela organizó esta comida en busca de encontrar una reconciliación pública y poder demostrar a los españoles que existe unidad en la monarquía. El plan se llevó a cabo gracias a la predisposición de Sofía, quien pese al enfado con Letizia, apareció en todas las fotografías posibles junto a la actual reina y siempre sonriendo. De esta manera demostró a todo que es una mujer de Estado por encima de todo y quiere defender la monarquía por encima de cualquier cosa.

Letizia, Irene y Sofía
Letizia, Irene y Sofía

No era oro todo lo que relució

La cena no fue la ideal para la casa real. En ella se pudo apreciar los rencores existentes. La reina Sofía estuvo apartada junto a su hermana Irene en prácticamente toda la velada y al parecer las caras largas y gestos serios y distantes hacia Letizia y sus nietas fueron evidentes durante la cena, lo que dejó claro, pese a las fotos sonriendo de cara a la galería, que siguen existiendo muchas rencillas en la familia real.

Esta ha sido la segunda vez durante su estancia en Mallorca que la familia se ha mostrado en público. La primera fue el tradicional posado ante la prensa en los Jardines de Alfabia. Además, hubo una salida más secreta sin el rey Felipe, donde la reina Letizia, Leonor y Sofía visitaron una granja escuela que ayuda a niños y niñas con diversidad funcional.