La reina Letizia ha forjado una imagen pública de perfección y profesionalismo, aunque detrás de esa apariencia calculada se ocultan múltiples inseguridades y obsesiones. Y uno de sus mayores complejos personales ha llevado a la Casa Real a tomar medidas para que no sea motivo de estrés y preocupación.

Desde que se convirtió en reina consorte, Letizia ha mostrado un fuerte carácter controlado y exigente que, para muchos, es el reflejo de su afán por alcanzar la perfección en todos los aspectos. Esto ha implicado tomar decisiones drásticas en Zarzuela, como la remodelación de su equipo cercano, compuesto principalmente por mujeres, entre ellas su estilista Eva Fernández y su peluquera Luz Valero. Estas dos figuras no solo son sus confidentes, sino que están siempre disponibles, sin importar la hora o el día, para asesorar y asistir a la reina en su aspecto físico.

La reina etizia y Eva Fernández

La reina Letizia tiene a dos personas a su disposición a todas horas

Una de sus misiones pasa por ocultar a toda costa sus problemas con el cabello, un aspecto que la monarca cuida con esmero debido a problemas de alopecia que, según fuentes cercanas, le han provocado estrés y una constante búsqueda de soluciones estéticas. Para mantener esta imagen impecable, Zarzuela ha establecido un sistema de guardias de 24 horas para el equipo personal de la reina, asegurándose de que siempre estén disponibles en caso de alguna emergencia capilar.

El cabello, en particular, se ha convertido en uno de los mayores retos para Letizia. Su equipo de estilistas está entrenado para ocultar, mediante peinados y extensiones, cualquier señal visible de su problema de alopecia, que según fuentes en Zarzuela ha empeorado en los últimos años. Para asegurarse de que siempre está lista para cualquier aparición pública, la Casa Real ha destinado fondos considerables a la disponibilidad continua de Eva y Luz para que estén de guardia las 24 horas, garantizando que en cualquier momento puedan acudir al llamado de la reina, aunque este surja en medio de la noche.

La reina Letizia y Luz Valero

Los problemas de alopecia, uno de los mayores complejos de la reina Letizia

Además de su evidente amistad, la lealtad de Eva y Luz hacia Letizia las ha convertido en un recurso imprescindible para ella. No es inusual que estas colaboradoras la acompañen en viajes oficiales, utilizando los mismos medios de transporte de la realeza para asegurarse de que la monarca luce impecable en cada aparición. La reina, según observadores internacionales, se ha convertido en una de las figuras monárquicas mejor vestidas y mejor valoradas por su estilo. Esta imagen cuidadosamente mantenida no solo responde a sus propios estándares, sino también a su profundo temor a mostrar cualquier signo de debilidad o imperfección.

La obsesión de Letizia con su apariencia ha generado una estructura organizativa inusual en Zarzuela. A diferencia de otros miembros de la realeza que mantienen límites más claros entre su vida privada y sus colaboradores, Letizia ha creado una dinámica en la que su equipo está en completa disposición las 24 horas, tanto en días laborales como en festivos. Esta exigencia es fruto de su deseo de presentar una imagen de fuerza y control, en especial en actos públicos donde la presión mediática es intensa.