El rey emérito Juan Carlos I ha hecho mucho daño a la imagen de la monarquía española. Motivo de ello es la animadversión que le tiene la reina Letizia. La consorte, consciente de lo maltrecha que ha dejado a la casa real ante la opinión pública, ha tenido al ex monarca como uno de sus objetivos en su misión de limpiar la realeza de corruptelas y engaños, incluidos los extramatrimoniales.
No es para menos. Al margen de los fondos que ha escondido al fisco español, no es ningún secreto que Juan Carlos I le ha puesto los cuernos a la reina Sofía de forma compulsiva a lo largo de su matrimonio. La lista de amantes del rey es larga como un día sin pan. Hay cronistas que cifran sus amantes en unas 5.000.
El hijo de Bárbara Rey tiene fotos íntimas de su madre con el rey Juan Carlos I
Una de las amantes más recurrentes siempre ha sido Bárbara Rey. La vedette de Totana siempre ha estado relacionada con el emérito. Es uno de los nombres que inevitablemente viene a la mente cuando se piensa en el Juan Carlos mujeriego.
Su relación clandestina fue motivo de conversación el pasado viernes en Telecinco. Ángel Cristo Junior, hijo de Ángel Cristo y Bárbara Rey, repasó algunos de los episodios destacados de su vida en el programa ‘De viernes’. Y como era de esperar, también habló del emérito. Y más concretamente de un chantaje del que fue víctima su madre con Juan Carlos I como protagonista.

Ángel Cristo Junior reconoció que, desde hace 40 años, su madre ha estado recibiendo cifras millonarias de dinero por no revelar las pruebas que posee de la relación que mantuvo con el padre del rey Felipe VI. Algo que Bárbara, por cierto, siempre ha negado.
Zarzuela, tras las fotos comprometedoras que salpicarían a Felipe VI
Pruebas que se basarían en una serie de fotografías íntimas que el propio Ángel Cristo Junior tomó en el pasado bajo la petición de su propia madre. En otras palabras, Bárbara le habría pedido a su hijo que la fotografiara mientras mantenía relaciones íntimas con el emérito.
Al margen de lo escabroso que pueda parecer, estas fotografías todavía existen. Las tiene el joven escondidas bajo llave. Y hace tiempo que van tras ellas desde la Zarzuela. Y es que de ver la luz, no solo sería un problema para Juan Carlos I, sino también para la imagen de la casa real española y, por ende, para Felipe VI. Sería un escarnio público de enormes dimensiones.