La Casa Real ha tenido que mover ficha en una de las situaciones más delicadas de los últimos años. En medio de la exigente formación militar de la princesa Leonor, que actualmente se encuentra embarcada en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, se ha producido una crisis institucional provocada por el comportamiento de la reina Letizia. Lo que debía ser una etapa de aprendizaje y compromiso se ha visto empañada por un conflicto con la Armada Española, que ha obligado a Zarzuela a tomar cartas en el asunto y pedir disculpas al cuerpo de oficiales del navío.
Desde que la princesa inició su travesía de seis meses y más de 17.000 millas náuticas, atravesando ocho países, su adaptación no ha sido fácil. A los problemas propios de la navegación, como la cinetosis —mareos, vómitos y malestar causados por el movimiento del barco—, se han sumado caídas que le han provocado hematomas en brazos y piernas. Cabe decir que se han tomado medidas, como administrarle biodramina y eximirla de algunas guardias nocturnas, pero los problemas persisten. Y a todo ello hay que añadir el revuelo generado por las fotos de la heredera en bikini tomadas en Uruguay y que fueron publicadas la semana pasada.

La reina Letizia estalla con las fotos de Leonor
Un cóctel que ha hecho estallar a la reina Letizia. La consorte, que desde el inicio mostró reticencias ante la formación naval de su hija, ha reaccionado con especial dureza tras la filtración de estas fotografías comprometedoras de la princesa. Las imágenes, publicadas por varios medios, han generado un fuerte malestar en Zarzuela, pero ha sido Letizia quien ha protagonizado los momentos más tensos.
La reina siempre ha querido estar al tanto de las evoluciones de su hija. Y ha mantenido un contacto constante con los altos cargos del Elcano. Pero en las últimas llamadas, el tono ha subido. Letizia ha exigido explicaciones, reclamando una mayor protección para Leonor y llegando incluso a solicitar al rey Felipe VI el regreso inmediato de su hija a España.

Casa real interviene para que el conflicto no sea mayor
El tono utilizado por Letizia no ha sido bien recibido. Sus palabras han sido interpretadas como una falta de respeto hacia la jerarquía militar, lo que ha generado un profundo descontento entre los oficiales del Juan Sebastián Elcano. Lo que inicialmente fue visto como una madre preocupada por el bienestar de su hija, se ha ido convirtiendo en un conflicto institucional entre la casa real y los altos cargos de la Armada.
Ante el creciente clima de tensión, la Casa Real se ha visto obligada a intervenir directamente. Se han enviado disculpas formales al comandante del barco y al resto del cuerpo de oficiales, reconociendo que las palabras de la reina no reflejan la postura oficial de la institución. Además, se ha acordado que se reforzarán las medidas de seguridad en torno a la princesa para evitar nuevas filtraciones y salvaguardar su intimidad durante esta etapa formativa. Y, de paso, evitar las llamadas de Letizia.