Felipe y Letizia son examinados con lupa en cada una de sus apariciones públicas. Desde el pasado mes de noviembre la credibilidad de su matrimonio está en tela de juicio. Jaime del Burgo rompió un misterioso pacto que había firmado con los reyes y en el que se comprometió a guardar absoluto silencio sobre su verdadera relación. Según la versión del abogado, que rompió su silencio tras cinco años completamente desaparecido, la madre de Leonor y Sofía habría sido infiel al monarca con él durante varios años. Aunque según el ex de Telma Ortiz realmente sería Felipe el amante en toda esta historia. Él es uno de los primeros que confirman las sospechas de los últimos años, en las que se cree que el matrimonio de los reyes es inexistente. Pilar Eyre y Jaime Peñafiel siempre han mantenido que la relación se truncó en 2012, cuando la corona atravesó su crisis más importante, nunca hablaron de una infidelidad ni se atrevieron tan siquiera a pensarlo. Sin embargo, Jaime va un paso más allá y habla de un matrimonio de conveniencia, él mismo que él tuvo durante un lustro con la hermana de la reina.
Letizia y Felipe habrían roto su matrimonio
Letizia solo vio en Felipe poder. Ella es una mujer muy ambiciosa y vio la oportunidad de convertirse en la mujer más poderosa de España. Nunca pensó que llegaría a reina, aunque Jim Russo adelantó que la asturiana solo se acerca a periodistas de primer nivel y estudió esa carrera porque sabía que era una forma rápida de conocer a Felipe VI. Al entonces príncipe le hablaron de aquella periodista. Era la persona perfecta para aceptar un pacto ambicioso con el que conseguiría grandes beneficios y privilegios de por vida. Se cree que Letizia aceptó a casarse con él y darle descendencia.
Otra prueba más del fin de su matrimonio son sus viajes institucionales. Letizia y Felipe han decidido acompañar finalmente a Leonor y Sofía en los premios Princesa de Girona que se celebran esta tarde en Lloret de Mar. Los cuatro han reservado toda una planta de habitaciones para ellos y sus servicio. Los escoltas vigilan todos los accesos. Se sabe que los reyes siempre piden habitaciones separadas. No duermen ni una sola noche juntos, tampoco lo hacen en Zarzuela. En el pabellón del Príncipe, siguiendo el ejemplo de Juan Carlos y Sofía, la reina y el rey tienen su propia habitación con vestidor, lavabo y salón.