Por ahora Juan Carlos I no volverá a España a corto plazo. Se cumplen cuatro años desde su exilio, en agosto de 2020, y de momento no se ha valorado la posibilidad de establecer de nuevo su casa en Madrid. El emérito ha sufrido el mayor golpe a un monarca, el exilio. Una de las deshonras más grandes, ha acabado su reinado por la puerta de atrás, totalmente avergonzado y dolido. El marido de la reina Sofía, no obstante, está tranquilo en Abu Dabi. Aunque se encuentre a miles de kilómetros de distancia de los suyos, recibe visitas constantemente de familiares, amigos y de una mujer muy especial en su vida. Además, cuenta con todas las comodidades en una mansión de lujo. Tiene médico propio 24 horas, enfermeros, entrenador personal, nutricionista, y personal de seguridad. No se espera que a corto plazo, a pesar de sus 86 años, vuelva a España, más que nada porque a él mismo le beneficia el régimen fiscal de los Emiratos Árabes, que premia a las grandes fortunas. En España sus más de dos mil millones de euros estarían bajo la sombra de la Hacienda Pública.
No se baraja la posibilidad de volver a España, por lo menos no los 365 días del año. Se espera que se instale algún día en Ginebra, con la infanta Cristina. En más de una ocasión se ha hablado del futuro de Juan Carlos en Zarzuela, y es que su edad es muy avanzada y sería una deshonra que el emérito falleciese fuera de su país. Sería una crítica muy dura especialmente para el actual rey de España.
Juan Carlos I debe marcharse en su avión
La corona ha intentado alejarse totalmente del apellido Borbón para reconstruir la institución, que ya estuvo en la cuerda floja. Letizia ha apartado totalmente a Leonor y Sofía de Juan Carlos. Públicamente no existe ni una sola fotografía del emérito con sus nietas desde 2019, hace cinco años.
Juan Carlos recibe una humillación tras otra. En el primer año no pudo pisar suelo español, al siguiente año, debido a su comportamiento pudo viajar a Sanxenxo, siempre pidiendo permiso. Y ya desde el tercer año se le permitió moverse con total comodidad, siempre con discreción. Normalmente se aloja en Galicia, en la casa de su íntimo amigo Pedro Campos. A veces, el marido de la reina Sofía se ha visto en la obligación de subir y bajar del avión casi al momento.
Por ejemplo, cuando acudió al cumpleaños de Leonor, justo al acabar la cena tuvo que irse en su avión privado a Londres, no podía dormir en Zarzuela ni en Madrid. Lo mismo sucederá este sábado si finalmente acude a la boda del año para los Borbón. Una vez finalizado el enlace matrimonial deberá marcharse de España.