La familia Borbón continúa dando quebraderos de cabeza en la familia de Felipe y Letizia. Hace una década que se separaron totalmente de ellos. Cuando los reyes heredaron el trono tras la abdicación obligada de Juan Carlos, la primera medida fue retirar las funciones institucionales a cada uno de los miembros, y con ello los sueldos que recibían por parte de los Presupuestos Generales del Estado. Sin embargo, aunque hayan intentado desvincularse de ellos y el apellido Borbón ya no se relacione con la nueva monarquía, siempre dan algún que otro quebradero de cabeza.
En este caso ha sido la última incorporación. Irene Urdangarin se instaló en Zarzuela con la reina Sofía e Irene de Grecia el mes pasado tras decidir emprender un año sabático. Aunque la familia niega totalmente la teoría de que la pequeña de los Urdangarin no haya conseguido la nota de corte para estudiar Administración y Dirección Hotelera en la prestigiosa universidad de Lausana, sus planes cambiaron de la noche a la mañana tras las pruebas. Parecía que no tenía claro su futuro.
Irene Urdangarin abandonaba Ginebra para instalarse en Madrid, como ya hicieron sus hermanos. Su intención era sacarse el carnet de conducir, aprender un nuevo idioma y en enero o febrero realizar un voluntariado, como hizo Juan. De esta forma, la infanta Cristina justifica el año sabático de su hija.
Irene Urdangarin se marcha de Zarzuela por Letizia
La infanta Cristina estaba muy preocupada por Irene Urdangarin. Desde que llegó a Madrid ha encadenado una fiesta tras otra, y todo por culpa de Victoria Federica. Las primas tienen una gran cercanía y mantiene el contacto diariamente. Aprovecharon la oportunidad de vivir ambas en la capital para presentarle a su grupo de amigos y los sitios que ella frecuentaba, normalmente discotecas y algún restaurante de lujo.
Letizia veía como Irene Urdangarin llegaba al recinto de Zarzuela visiblemente achispada y a altas horas de la madrugada, en alguna ocasión casi era de día, lo hacía a veces en compañía de Victoria Federica, quien también se escondía en casa de la reina Sofía para no encontrarse con una reprimenda de la infanta Elena.
La reina habló con Felipe VI para tomar una decisión sobre el futuro de Irene Urdangarin en Zarzuela, y ambos han decidido que no la quieren en palacio. Por este motivo, la infanta Cristina se habría llevado a la joven de nuevo a Ginebra.