Letizia es ahora la mejor reina de toda las monarquías europeas, pero su camino no ha sido nada fácil. Juan Carlos no quería a la presentadora de informativos en Zarzuela e intentó destruir su relación con Felipe haciendo público su pasado. Sin embargo, Felipe paró los pies a su padre y prometió que dejaría la corona si se hacía daño a la madre de sus hijas. El emérito no la veía con buenos ojos por el simple hecho de ser una plebeya, estar divorciada de su profesor de instituto, de quien se enamoró con 17 años, o declararse republicana, tal y como han dicho varios expertos en Casa Real. Cuando era joven, la asturiana no era muy fanática de la monarquía española. Jamás se hubiese imaginado que acabaría casada con el actual rey de España.

Pero no es de la única que se ha dicho que fuese republicana, Jesús Ortiz mantiene una batalla legal con ‘El Español’ por una noticia y un titular que aseguraban que el periodista estaba en contra de la corona. Ya el abuelo de Letizia se declaró republicano. Juan Carlos siempre se reía con sus amigos del padre de Paloma Rocasolano, apodado como ‘el taxista’.

Paco y Paloma Rocasolano efe
Paco y Paloma Rocasolano efe

Francisco Rocasolano Camacho, la persona que más quería a la reina 

Francisco Rocasolano Camacho trabajaba como taxista. A sus 96 años pudo ver en primera persona, desde una tribuna del Congreso de los Diputados, como su nieta se convertía en la nueva reina de España. Sabía que Letizia llegaría lejos, pero nunca se imaginó que sería en la monarquía. La última aparición pública del abuelo de la reina fue ese día. Un 19 de junio de 2014. Un hombre espontáneo, dicharachero y castizo. Era uno de los familiares de la reina más queridos, pero ya estaba muy delicado de salud.

Paco con Letizia y Felipe
Paco con Letizia y Felipe

Era hijo de un albañil que llegó a poseer su propio almacén de material de construcción. Sin embargo, con la llegada de la guerra, el negocio se fue a pique. Paco combatió en el bando republicano. Se puso a trabajar como mecánico y, posteriormente, logró agenciarse una licencia de taxista. Trabajó de ello desde 1991 hasta que se jubiló.

Cuando Juan Carlos y Sofía eran reyes pidieron a Letizia que escondiese literalmente a su abuelo porque les parecía una deshonra para la familia. Los únicos que han aparecido siempre en las fotografías oficiales son Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz, y porque no quedaba otro remedio.

Letizia era una mujer de armas tomar y no iba a quedarse callada. Ella sentía una especial devoción por sus abuelos, a los que estaba muy unida, y no iba a consentir tal desprecio. De hecho, amenazó con Felipe con el divorcio, y nuevamente el entonces príncipe tuvo que intervenir ante su padre.