Zarzuela ha recibido muchas visitas en estos últimos años. Los Urdangarin decidieron tomarse un año sabático y se instalaron en el palacio junto a la reina Sofía. Irene Urdangarin fue la primera en dar un rumbo a su vida y tomar esta decisión, ya que no superó las pruebas de las universidad de Lausana para estudiar Administración y Dirección Hotelera. Unos meses más tarde fue Miguel Urdangarin quien siguió los pasos de su hermana pequeña, ya que sufrió una lesión mientras se formaba para ser entrenador de esquí, tuvo que renunciar a su sueño. Ahora mismo los dos viven en Londres con Juan Urdangarin, Felipe VI y Letizia les dieron un ultimátum en vista que no tenían mucha intención de marcharse de Madrid, y menos ahora que ambos habían conocido a sus respectivas parejas.
Felipe VI les hizo saber que Zarzuela no es un hotel y que debían marcharse. Cuando llegaran las vacaciones de verano no podían continuar, los reyes se iban a Mallorca y al volver les querían a todos fuera. Efectivamente, en septiembre empezaron su nueva vida en Reino Unido, y con ello también desapareció otra integrante de la familia, pero en este caso de los Marichalar.
Victoria Federica se refugia en casa de su abuela para que no la regañe su madre
Victoria Federica es otra de las más asiduas en Zarzuela, como si fuese su segunda casa. Visita mucho a la reina Sofía en palacio, le sirve de excusa para quedarse a dormir cuando llega tarde de fiesta. A pesar de todos los ingresos que genera con las redes sociales y sus apariciones en televisión, la hermana de Froilán aún vive con la infanta Elena. Esto implica que no tenga misma intimidad que tendría si viviese sola.
La joven sale muy a menudo de fiesta, frecuenta los locales de moda de la capital y acaba bastante achispada. Cuando eso sucede, Victoria Federica se marcha a casa de la reina Sofía para que su madre no le eche la bronca, su abuela no le dice nada, de hecho cuando llega ya está dormida. A Felipe VI y Letizia no le gusta nada que aparezca por palacio porque pone en alerta a toda la seguridad y les puede poner cualquier día en peligro.
Felipe VI y Letizia hablaron seriamente con ella provocando otro distanciamiento, especialmente con la reina, porque cree que todo es culpa suya, pidiéndole que no volviese a aparecer por Zarzuela a las tres de la madrugada y bebida. Puede venir a ver a su abuela siempre que quiera, no se lo pueden prohibir, pero no aparecer en esas condiciones y a esas horas en las que la emérita ya está durmiendo.
