Casa Real se enfrenta a uno de sus actos más emotivos y felices, pero también al más controvertido. Durante la última década, Letizia se ha encargado de alejar a los Borbones de sus hijas. Se trata de un cambio drástico en la imagen de la corona tras las polémicas de Juan Carlos. La corona estuvo a un solo paso de desaparecer, pero los actuales reyes consiguieron salvarla. Con la abdicación del emérito, decidieron apartar a todos los miembros de la familia que estaban vinculados con él, como las infantas Cristina y Elena. Se les retiraron las funciones dentro de la institución y la prestación que recibían por parte de los Presupuestos Generales del Estado.
Letizia ha tenido que dar un paso al frente en el próximo 31 de octubre. Leonor jurará la Constitución ante el Rey y seguidamente se celebrará su mayoría de edad en una fiesta privada de carácter íntimo, discreto y privado. A diferencia de otras monarquías, los reyes han querido continuar con su acercamiento a la ciudadanía demostrando naturalidad y austeridad. Será una celebración sencilla. Solo acudirán familiares y amigos íntimos.
Todos los familiares de Felipe y los de Letizia han recibido su invitación, aunque no todos han aceptado. Por ahora los Borbón todavía están decidiendo que harán. Una de las grandes incógnitas es Juan Carlos. Según Alessandro Lequio sabe por fuentes muy cercanas que no asistirá a la fiesta en El Pardo. El emérito está muy enfadado por el humillante trato que se le ha dado una vez más. A él le hacía una gran ilusión estar presente en la jura de la Constitución de su nieta, su futura heredera. Sin embargo, para evitar fotografías, los reyes le han prohibido la asistencia. Llevan tres años protegiendo a la princesa de su abuelo. Ni una sola fotografía.
No habrá una fotografía de la familia al completo
Tampoco habrá fotografías de la fiesta privada. El almuerzo que se celebrará en El Pardo será totalmente privado. Ni una sola fotografía de los invitados trascenderá a la prensa. Se ha prohibido el acceso de teléfonos móviles. Las infantas han pedido a los reyes una fotografía familiar de todos, algo que no sucede desde hace una década. Sin embargo, Letizia se niega en rotundo, tal y como ya se negó a reunir a sus hijas con el resto de sus primos en Marivent.
La reina Sofía intenta conseguir que sus dos hijas y sus nietos estén presentes en este día tan importante para la corona, es la excusa perfecta para reunirles a todos juntos.