A sus 86 años, el monarca emérito Juan Carlos I enfrenta varios desafíos de salud que lo han llevado a someterse a tratamientos de medicina regenerativa. Una situación que, inevitablemente, le tiene pensando a menudo en su muerte. Sobre todo en lo que se refiere a lo que vendrá después: su funeral y su entierro.

Los deseos de Juan Carlos I en este aspecto pasan por un acto de Estado similar al que se otorgó a la reina Isabel II. Sin embargo, estos anhelos parecen cada vez más difíciles de realizar. Al haber dejado de ser una figura activa, se le ofrecerán honores militares, pero esto se hará bajo la designación de Príncipe de Asturias, dado que ya no es tratado como rey tras su abdicación. La magnitud del evento depende de lo que decida el Gobierno, aunque se prevé que la familia real prefiera una ceremonia más íntima, centrada en su círculo cercano y recordando el caso de Constantino de Grecia, quien tuvo un entierro más reservado.

Juan Carlos tuppers Semana
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Juan Carlos I quiere ser enterrado en El Escorial, pero no queda espacio

Uno de los aspectos más debatidos es el lugar de su inhumación. Juan Carlos ha expresado su deseo de ser enterrado en el Panteón de los Reyes del Monasterio de El Escorial. Y así lo quieren también sus hijas, las infantas Elena y Cristina. Sin embargo, esta solicitud se complica debido a que el panteón está completo. Elena y Cristina han propuesto una ampliación, pero esta opción no se contempla.

En este contexto, Marina Fernández, directora de Comunicación del Grupo Escuela Internacional de Protocolo, ha presentado dos alternativas viables para el lugar de enterramiento de Juan Carlos I. La primera opción es la Catedral de La Almudena, un emblemático punto en Madrid que podría servir como un lugar de despedida acorde a su estatus, donde la familia y el público podrían rendir homenaje a su vida.

el escorial
El Escorial

La segunda alternativa consiste en habilitar un espacio específico dentro del Palacio Real. Esta opción no solo facilitaría un descanso digno, sino que también mantendría una conexión simbólica con la historia de la monarquía española.