Felipe y Letizia asistieron juntos a la jura de bandera del rey para conmemorar el 40 aniversario de su formación militar, la misma que ahora realiza Leonor, quien también estuvo presente en el acto y compartió confidencias con sus padres. Los gestos de los monarcas fueron analizados con lupa. Casa Real les pidió nuevamente que se mostraron muy cómplices y enamorados a tan solo unos días de celebrar las dos décadas como casados. Quieren acabar con todos los rumores de una separación. Jaime del Burgo fue el culpable de que se volviese a hablar de crisis en el matrimonio. El abogado destapó el mayor secreto de Zarzuela. Siempre según su versión, la reina habría sido infiel al rey con él durante años, ese fue el verdadero motivo de la crisis que sufrieron en 2012 y que se adjudicó en ese momento a la situación de la corona española.
En estos últimos meses Letizia ha perdido fuerza en la institución. Sus compromisos en solitario han desaparecido de la agenda real, mientras que Felipe se encarga de todos. Ella solo le acompaña en algunas ocasiones en calidad de reina consorte, como ha sucedido este sábado en la jura de bandera.
Este ha sido el mayor golpe a la reina. Ella se caracteriza por ser una mujer fría y calculadora, demasiado controladora, y en esta ocasión la situación se ha escapado de su control. Pilar Eyre ha asegurado que el matrimonio está completamente roto. Una información que también afirman Jaime Peñafiel y Laura Rodríguez. Se sitúan en 2012 como el fin de la relación, pero en 2010 ya hablan de serios problemas.
Dos casas y millones de euros, pero mucho por perder
En ese momento todos los medios de comunicación tenían preparados artículos con la palabra divorcio en el titular, pero es algo que no sucedió. La cronista de Lecturas cree que habrían seguido el modelo de Juan Carlos y Sofía y habrían optado por el cese de la convivencia. Harían vidas separadas.
En aquella época se destaparon las cláusulas del preacuerdo de divorcio que firmaron cuando se casaron en 2004. Fue David Rocasolano, primo de la reina y abogado, quien hizo públicas las cláusulas. El sobrino de Paloma Rocasolano afirma que en caso de divorcio recibiría una fortuna incalculable, suficiente para vivir cómodamente toda su vida. Añade dos casas, una de verano y otra de invierno, con personal de servicio las 24 horas del día. Pero entre otras cosas, debería renunciar a sus hijas que vivirían en Zarzuela, esa es la cláusula que la frenó en seco. La reina no está dispuesta a perder a sus hijas, pero tampoco a renunciar al título de la corona, otra de las cláusulas. Ella quiere ser reina hasta el final, aunque ya no esté con Felipe, supuestamente. Por este motivo, Zarzuela ha roto todas las negociaciones. Se ha tensado demasiado la cuerda, no acepta y sus peticiones son demasiado exigentes. Ella pediría mucho más, ni dos casas ni un sueldo millonario. Sus exigencias serían mucho más altas, no acepta las que firmaron hace veinte años.