Felipe VI, Elena y Cristina están muy preocupados por la salud de Juan Carlos I. En el último año ha sufrido un drástico empeoramiento, especialmente por su avanzada edad, el pasado 5 de enero cumplió 87 años. A su edad ya aparecen algunos problemas, pero el marido de la reina Sofía acarrea serios problemas de movilidad desde hace décadas. Hace más de diez años que se ha operado rodillas y cadera un mínimo de una decena de veces, sin ninguna mejora. Finalmente decidió someterse a un tratamiento revolucionario de medicina regenerativa basado en las células madre y en las plaquetas en sangre. Los resultados eran prometedores pero a corto plazo. Los médicos le han dado el peor de los diagnósticos. Juan Carlos I vivirá sus últimos años de vida en silla de ruedas, una de sus peores pesadillas que le atormentan cada noche. No quiere volverse una persona dependiente.
En la familia están muy preocupados con Juan Carlos I porque cada vez que fallece alguien de su círculo íntimo entra en depresión. La semana pasada viajó a Lisboa para despedirse de su amigo de la infancia, Aga Khan, que falleció a los 88 años de edad, una cifra similar a la suya, tan solo un año de diferencia. Tiene miedo a la muerte, y especialmente a morir solo, a miles de kilómetros de distancia.
Juan Carlos tiene asumido que morirá fuera de España y solo
Pero no es la primera vez que ha necesitado tratamiento médico por problemas mentales. Pilar Eyre desgrana que para el emérito fue muy difícil exiliarse. Cuenta Eyre que cuando se autoexilió en tierras árabes “al principio sentía una nostalgia atroz de España, pero no se atrevía ni siquiera a venir de visita por temor a que lo agredieran por la calle”.
Y revela que era un asunto de poco equilibrio mental bastante serio: “Llegó a tener pesadillas recurrentes con este hecho y se despertaba en medio de la noche bañado en sudor. Un amigo de Juan Carlos me confiesa que ‘creía que iría a comer a un restaurante y le tirarían un tomatazo y yo le dije que tampoco sería el primero’. Porque lo mismo le pasaba cuando era Príncipe y viajaba con Sofía a todos los rincones de España. ‘Y le oí reír por primera vez desde que se fue al exilio’”.
Juan Carlos I querría regresar a España, pero ya ha perdido todas las esperanzas. Se siente solo y cree que va a acabar así sus últimos días, es algo que le atormenta.
Pilar Eyre afronta el asunto de su posible traslado de residencia a Ginebra, algo que desmiente: “irá como hasta ahora para ver a su hija, sus amigos o sus banqueros, pero en Abu Dabi está fenomenal, tiene los mejores cuidados médicos, vive en el más lujoso de los entornos, solo debe mover un dedo para que cumplan sus más mínimos deseos… Lo tiene todo pagado al más alto nivel hasta el día en que se muera”.