Esta semana se ha publicado la lista de morosos con Hacienda. Una retahíla de nombres que se habría reducido en un 14% respecto al año anterior, tanto en número de deudores como en la cantidad que deben al fisco. Aunque cabe destacar que este descenso se debe a que el Supremo ha decidido dejar fuera las deudas que no sean firmes.
Entre los nombres destacados figuran José María Enríquez Negreira, la empresa Toys R Us Iberia, el futbolista Malcom Filipe Silva de Oliveira, Pullmantur Cruises, la actriz Paz Vega, la presentadora Patricia Conde, el escritor Ildefonso Falcones o Rodrigo Rato.
Sin embargo, en la lista de nombres señalados por el fisco debería haber alguno más. Concretamente, el del rey emérito Juan Carlos I, por esas cantidades de dinero que ha evadido de la Agencia Tributaria española. Pero claro, no son deudas firmes, con lo que se libra gracias a la decisión del Supremo.
La infanta Elena fue morosa con Hacienda
Un Juan Carlos que no es el único miembro de la familia real que ha debido algo a Hacienda. La infanta Elena también ha estado en la lista de morosos. Ocurrió en 2012, cuando no hizo frente a las deudas generadas por la empresa Global Cinoscéfalos. Debía 510 euros. Seguramente es una cifra inferior a todo lo que tendría que haber pagado su padre, pero no deja de ser una deuda.
La infanta Elena creó esta empresa junto a los hermanos Carlos y Javier García Revenga en 2007. Primero fue la administradora y más tarde se convirtió en propietaria única, en noviembre de ese mismo año. Estuvo ocho meses activa, pero tras este periodo la empresa cesó sus actividades. No obstante, el cierre no se produjo correctamente y siguió activa durante un tiempo en el Registro Mercantil. Un periodo en el que Elena figuraba como propietaria única y en el que el capital se fijó en 3.600 euros.
Desde la casa real señalaron que habían iniciado los trámites para saldar la deuda
La Agencia Tributaria intentó contactar con ella, pero no hubo éxito. “No porque no quisiera atender sus obligaciones fiscales, sino porque todo, aparentemente, había quedado resuelto y cerrado en 2007", aseguraba el portavoz de la Casa Real, Javier Ayuso para el diario Cinco Días. “La sociedad nunca se liquidó. Cometimos un error. Los abogados de la infanta Elena dieron por hecho que el departamento jurídico de la Casa Real se encargaría de los trámites legales pertinentes para proceder a la liquidación formal, legal y efectiva de la compañía, y este departamento pensó que quienes se encargarían de hacerlo eran los asesores legales de la infanta Elena. Pero nadie lo hizo”, explicó Ayuso para el medio citado.
En aquel momento se dijo que se habían iniciado los trámites para saldar la deuda, pero lo cierto es que nunca más se supo del asunto. Se supone que finalmente cumplió con sus obligaciones fiscales, pero en la casa real se encargaron de correr un tupido velo para que el asunto cayera en el olvido.