Juan Carlos I protagoniza en estos momentos todas las conversaciones de los Borbón. En el ámbito privado, Felipe VI tiene que tomar una de las decisiones más importantes de su vida. En agosto de 2020 decidió enviar a su padre al exilio. Estableció su residencia en los Emiratos Árabes para alejarse de las últimas polémicas. Han pasado cinco años y de momento no ha vuelto a España ni se le espera, no obstante sus viajes a su país han sido una constante. Al principio con la autorización de su hijo y ahora sin restricciones. Normalmente, el marido de la reina Sofía se instalaba en casa de su íntimo amigo Pedro Campos, en Sanxenxo. Juan Carlos no podría poner un pie en Zarzuela.

Felipe ayudando a Juan Carlos / EFE

Los últimos diagnósticos médicos han ejercido aún más presión en Felipe VI para que tome una seria decisión con el destino de su padre. Las infantas Elena y Cristina piden que Juan Carlos I vuelva a España. Sería una deshonra que muriese fuera de su país, y más a miles de kilómetros, y que su cuerpo fuese repatriado. La mayor humillación para la corona, no solo para él.

Juan Carlos I tiene cada vez más claro que no va a volver a España de forma permanente. Morirá solo a miles de kilómetros. Felipe VI ha hablado seriamente con él sobre este asunto, y le ha prometido que fallecerá en un hospital de Madrid, pero no dará la autorización de hacerle regresar hasta que esté muy mal de salud y no haya vuelta a atrás.

Felipe VI ha preparado un palacete para acoger a su padre hasta el día de su muerte 

Hay alguna posibilidad de que Juan Carlos I termine sus días en España o en Ginebra, más cerca de su país, con un vuelo más corto y menos escandaloso. Lo único que es claro es que el emérito no puede instalarse nunca más en Zarzuela, ni vincularse públicamente con el rey ni la princesa. Por este motivo, Casa Real prepararía la lujosa mansión en la que ha vivido estos últimos años los días que se quedaba a dormir en Madrid.

Se trata de un palacete que se encuentra a tan solo 4 kilómetros de Zarzuela, en la lujosa urbanización La Florida, en la que se encuentran muchos famosos, entre ellos futbolistas y políticos. El emérito pasaría totalmente desapercibido porque se actúa con la mayor discreción posible.

Allí sería donde Juan Carlos se instalaría en los últimos años de su vida, tal vez ni la ciudadanía se enteraría de que está en Madrid. El emérito fallecería al lado de los suyos, como ya sucedió con Constantino de Grecia. Cuando se puso muy mal de salud le trasladaron de Londres a su Atenas natal.

Felipe VI y Juan Carlos I