Zarzuela ha dado un paso inédito en el reinado de Felipe VI: presentar una denuncia en los tribunales por unas fotografías de la princesa Leonor fuera de un acto oficial. La sorpresa viene porque las imágenes son las más neutras de todo el periplo latinoamericano de la princesa: comprando en un centro comercial de Chile. En realidad es una estrategia de Zarzuela para desviar la atención: las fotos que pueden cambiar la imagen que la gente tiene de la hija de Felipe y Letizia no son comprando en un centro sino las otras por las que de verdad están presionando para que no se publiquen: las de Leonor en una playa del Uruguay en la anterior escala. La Fiscalía chilena ha abierto una investigación no por el contenido de las fotos sino por la manera cómo han sido obtenidas, de las cámaras de vigilancia de Punta Arenas. La dirección del centro comercial reconoce que las difundió "con fines periodísticos" violando la normativa de protección de datos. Acabará con una multa para el centro y poca cosa más, pero Zarzuela obtiene dos victorias: se pone bajo el foco unas fotos inofensivas y no las que de verdad teme, y avisa a los paparazzi: puede denunciarlos por tomar fotos fuera de la ley.
Ha habido una escalada en las fotos de la princesa. En Gales cuando era menor no se filtró ninguno pero ahora mayor de edad y con un mapa de su recorrido exacto en cada ciudad sudamericana la esperan con el móvil, como el pub donde la atraparon cargando una jarra de cerveza. Otra foto sin malicia y que no ha indignado absolutamente a nadie. Las que dan miedo son las de la playa, las que Zarzuela vetó en Telecinco y que se hablara de ellas en Antena 3 y en El Periódico, llegando a hacer recortar el pódcast de Laura Fa y Lorena Vázquez que quedaron tan en falso que no pudieron ni hacer referencia l en emismo pódcast la semana siguiente. No hacía falta. Ya todo el mundo sabe lo que pasó. Ahora Mariàngel Alcázar, con contactos oficiales en Zarzuela, reconoce por primera vez que estas fotos de la playa existen y alguien las tiene. Estas son las que dan miedo a Letizia. Lo ha revelado en El programa de AR.
Alcázar es una de las periodistas mejor informadas de lo que piensa Zarzuela de la crisis y da pistas de todo, la preocupación de Letizia, la voluntad de escarmiento con la denuncia y la existencia de las fotos de Leonor en bikini en la playa que de tanto hablar parecen más de lo que son. ¿Va con bikini, haciendo topless, fuma, se íía con un chico.? No se sabe, Alcázar: "Lo que sí os puedo transmitir y creerme es que Letizia está preocupada como madre, por lo que le puede coartar la libertad a la hija. La madre piesna que la hija tiene una vida de obligaciones por delante, así que dejadla estos meses que está allí los viva con cierta tranquilidad'". Letizia tiene miedo, ella se desmadró en México cuando era joven y con Camilo Villarino pactan no solo interponer la denuncia en Chile sino anunciarla para hacer escarmiento: "Casa Real podía haber puesto la denuncia el sábado y no haber dicho nada. Yo creo que también hay un cambio en la política informativa de Zarzuela. Durante mucho tiempo todo se llevaba como un poco, no sé si escondido, pero de puertas para dentro. Yo creo que ahora hay una transparencia". El anterior jefe de Casa Real dejaría que se pudriera solo el tema, el actual quiere que se note, que se sepa que empiezan una batalla judicial.
Alcázar acaba reconociendo que las fotos de la playa en bikini son las que dan más miedo: "Yo creo que la Zarzuela lo que está haciendo ahora es poner todas las cartas encima de la mesa. Explicar que es lo que pasó en las escalas con las fotografías tanto de Salvador de Bahía como esas que pueden circular de la princesa bañándose en la playa. Explicar cómo se han producido para evitar que haya una interpretación de que la princesa va con un guardiamarina por ahí y se escapa del barco". Hasta ahora estas fotos de Leonor en bikini eran tabú en la prensa madrileña. En Telecinco ya lo han confirmado, existen y no se ve a Leonor con bufanda comprando ropa en un centro comercial. Estas son las fotos que Zarzuela quiere quemar y el movimiento judicial demuestra que todavía no las tiene en su poder. El paparazzi español que las hizo ya sabe qué la espera si las publica.