Miles de catalanes y catalanas sufren la misma lacra cada día: Rodalies. Los trenes de RENFE que cubren los trayectos entre localidades del país son una fuente inagotable de calamidades, de dejadez, de cabreo sin solución. España pasa olímpicamente de los usuarios de este transporte, y por qué no decirlo, de Catalunya entera. Retrasos, aglomeraciones, vagones en estado lamentable... una auténtica odisea que, aunque sea recurrente, sigue tocando aquello que no suena al personal.
¿Qué alternativa tienen los sufridores de este servicio deficiente y lamentable? Muy pocas. De hecho, parece que sólo una: leerle la cartilla a la compañía, más como un método para aliviar los demonios interiores que como mecanismo que active, de una vez por todas, alguna solución. Sí, parece un brindis al sol, pero si nos quitan el derecho a quejarnos, apaga y vámonos. En eso somos tozudos, y si piensan que callaremos, la llevan clara.
Esta tarde hemos podido leer la indignación de una conocida periodista catalana de la cadena SER y que actualmente forma también parte de True Crime, la productora del premiado y celebrado Carles Porta, conductor del 'Crims'. Es Anna Punsí, que por circunstancias personales es una usuaria habitual de esta tortura ferroviaria. Seguro que las ha visto de todos los colores, pero lo que le ha pasado esta tarde en el interior de uno de los convoyes ha activado su enfado. Uno mesurado, sin crear demasiado escándalo, pero tan contundente que tendría que hacer caer la cara de vergüenza, por enésima vez, a los responsables de Rodalies y de RENFE. ¿La escena? Un tren lleno hasta los topes (en tiempo de pandemia, y tal) en el que se ha tenido que sentar en el suelo. Como si fuera un saco de patatas o una mochila, vaya, que es precisamente su compañera de trayecto. Si no tenía motivos para enfadarse, además, hay un detalle que todavía resulta más lacerante: "Pagar 11,25€". Está harta, y con razón.
Pagar 11'25€ para sentarse en el suelo. @Renfe. pic.twitter.com/9nLF1jM2jF
— Anna Punsí (@punsix) November 26, 2021
La queja de Anna ha provocado una avalancha de solidaridad en las redes sociales, y un montón de respuestas explicando las situaciones demenciales que vive la práctica totalidad de los valientes que tienen que coger este medio de transporte cada día. España y su compañía de trenes quedan hundidas. Quizás no cambie nada y todo seguirá igual, pero la vergüenza queda por escrito. Para siempre.
¿Recuerdan aquel lema de RENFE de 'Papá, ven en tren'? Pues ni papá, ni mamá, ni tren. Con Rodalies sale más a cuenta ir caminando con la calma. Llegarás a la misma hora y saldrá mucho más barato. Qué espanto.
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RENFE ha querido ofrecer su versión de los hechos. "Pedimos disculpas si en algún momento se ha producido saturación en un tren Regional. Este tren circulaba con doble composición como habitualmente hacen los servicios Regionales los viernes a la tarde de salida de Barcelona y domingos en sentido contrario. Actualmente disponen prácticamente del global de oferta previa a la pandemia en Rodalies de Catalunya y la demanda se sitúa en un 70-75% de la previa a la pandemia. Respecto a los datos de retraso, especificar que la puntualidad del servicio se situa alrededor del 92% (un tren con más de 3 minutos ya lo considaremos impuntual). Los precios los marca el titular del servicio. Este tren era un 449 q está en servicio desde aproximadamente 2009-2010".