La playa de Panama City, situada en el nordeste de Florida (Estados Unidos), fue el escenario de uno de los momentos más angustiosos, y al mismo tiempo emocionantes, de estas verano. La familia Usrey vivió una auténtica pesadilla cuando los dos hijos del matrimonio - de 8 y 11 años- se adentraron en el agua y no eran capaces de volver a causa del fuerte corriente.
Ante los gritos de auxilio de los pequeños, acudieron al rescate los padres, tíos y otros miembros de la familia, que también fueron arrastrados por la potencia de las olas. Momento en que dos bañistas, Jessica Simons y su marido, actuaron inmediatamente movilizando a la gente para formar una cadena humana de 80 personas.
Simmons se dirigió con una tabla de surf hacia la familia y entre todos consiguieron salvar todos los miembros. "Ha sido la cosa más increíble que he visto nunca. Estas personas nunca se habían visto antes y todos confiaron los unos con los otros. Fue realmente inspirador", explica Simmons, quién también publicó cómo vivió la experiencia en Facebook.
La abuela de los dos niños tuvo un ataque cardiaco -todavía sigue hospitalizada- y una prima se rompió la mano, pero el resto de la familia no sufrió ninguna herida grave.