El confinamiento por el coronavirus está atacando y de lo lindo al universo de la meteorología televisiva. Si la catalana Mònica López, ex de TV3 y ahora en TVE, está a punto de enloquecer encerrada en casa, o Tomàs Molina canta con canta con la familia, otros profesionales mantienen la calma pero tienen que recurrir a métodos muy rudimentarios para poder ejercer su trabajo. Es el caso de Isabel Zubiaurre, de La Sexta Meteo, que ha dejado a la audiencia boquiabierta con su última conexión: primero, desde la terraza de su domicilio en Madrid (con mensaje patriótico 'subliminal' incluido), para pasar después al salón donde tenía preparada auténtica tecnología punta.
Efectivamente: pizarras, rotuladores e Isabel pinta que te pinta borrascas, anticiclones, mapas isobáricos y todo tipo de elementos propios de la información del tiempo. El maldito coronavirus ha tumbado la época de las herramientas digitales, la realidad aumentada y el sursum corda. Hey, que la mujer lo ha hecho de narices, pero vaya, que la audiencia no daba crédito. La imagen, para la posteridad. Haz click en la imagen para verlo:
Me ha encantado Isabel Zubiaurre, la meteoróloga de la Sexta dando el tiempo con una pizarra desde su casa.👏👏👏 pic.twitter.com/1L0B209AC9
— David Marteles Soro (@MartelesSoro) 18 de marzo de 2020
Muchas gracias por la info, @ZubiaurreTV . Hoy ha sido genial con esos mapas😂😂👏🏼. Buena gente. pic.twitter.com/SFNsja6Xvx
— Javier (@Holayuju) 18 de marzo de 2020
.@ZubiaurreTV dando el tiempo desde su casa! Que fantasía todo! @GuerraDeMedios #QuedateEnCasa pic.twitter.com/xWgoYoKzZS
— Iván L. ����️���� (@IviLosada14) 18 de marzo de 2020
Me encantó el informe del tiempo de Isabel Zubiaurre me hizo acordar mi niñez cuando la tv era en blanco y negro con una pizarra pic.twitter.com/ErLADSltMI
— Norberto Acosta (@MrGoldSilver) 18 de marzo de 2020
Soy muy fan ahora mismo de @lasextameteo pic.twitter.com/LFSnzX6ZWq
— Naj (@najesta15) 18 de marzo de 2020
La comunicación se adapta como puede al estado de alarma. Y el resultado, a pesar de la sorpresa del primer impacto, no desmerece ni mucho menos al de antes de la pandemia. Conclusión: ¿quizás nos hemos vuelto locos con la era digital, no?