Si su apellido ya suena familiar, todavía más sus facciones. Se llama Guillermo Errejón, y sí, es lo que estás pensando: es el hermano del dirigente de Podemos Íñigo Errejón.

A los dos les une su aspecto físico -son clavados-, pero no sólo eso. Guille, tal y como se hace llamar el pequeño de la saga familiar, es el guardián de su hermano mayor. Basta con echar un vistazo a sus perfiles en las redes sociales: militante confeso de Podemos, se sitúa inequívocamente al lado de las tesis de Íñigo, algo notorio ahora que el partido se está redefiniendo.

La lucha viene de familia

El actual secretario político de Podemos ha confesado en alguna ocasión que el afán de lucha le viene de lejos, de familia. El mayor de los Errejón lo ha puesto en práctica desde joven, como estudioso del populismo en algunos países sudamericanos, y haciendo de profesor en la Complutense.

Pues bien, la llama se ha mantenido intacta en el caso del pequeño. Guille, de 27 años (seis menos que Íñigo), tuvo que declarar hace cerca de un año ante el juez por una pintada en la capilla de la misma universidad donde trabajaba su hermano. En el año 2011, él y dos jóvenes más habían escrito en el muro del recinto religioso esta cita: "Sacad vuestros rosarios de nuestros ovarios". La policía no les pilló con las manos en la masa... pero sí con las manos pintadas de spray. Como respuesta, una compañera entró al cabo de tres días en la capilla en sujetador y coreando la frase que habían pintado. Era Rita Maestre, ahora portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, y precisamente uno de los grandes baluartes de Íñigo Errejón.

'Plurinacionales' de pies a cabeza 

Es sabido que Íñigo Errejón habla catalán: vivió en Girona durante dos años, y se declara un enamorado de Catalunya y la cultura catalana, especialmente de su música.

Pues incluso en esto, los hermanos Errejón son calcados. Guille, el pequeño, vive ahora en el País Vasco, donde cursó un máster sobre Gobernanza y Estudios Políticos. Le interesa especialmente el populismo -como a su hermano- y la concepción de pueblo que hay en Euskal Herria. Milita en la sección de Podemos de este territorio, y se ha mostrado favorable al acercamiento de presos, entre otras cuestiones.

Un vasco de adopción, para un catalán que también lo fue. Seguramente por eso, tienen este marcado -y sincero- ideal de la plurinacionalidad.

Con todo, hay que decir que Íñigo lo tuvo más fácil que Guille para acabar de integrarse en su tierra de adopción, y es que no es lo mismo tener que aprender catalán... que vasco.