El Mundial de esquí de fondo celebrado en Lahti (Finlandia), ha dejado a un protagonista para ser el antihéroe de la competición. El esquiador venezolano Adrián Solano, de 22 años, ha participado en el campeonato con muchas dificultades y una manera de hacer muy diferentes al resto de competidores.

Si la presencia de un venezolano competiendo a un Mundial de esquí de fondo ya de por sí es una rareza, todavía es más sorprendente que el mismo Solano reconociera en AFP que había sido la primera vez que veía la nieve. Su competición acabó con un desastre total. Sólo había practicado el rollerski en su país (esquí sobre ruedas) y en Finlandia se vio sorprendido por todo el mundo.

Si gran parte de los competidores habían hecho el recorrido establecido en poco más de 16 minutos, Solano acabó con la última posición y más de 38 minutos compitiendo.

Deportado a Venezuela

Su actuación al Mundial ha sido accidentada, pero lo que lo fue más fue su llegada a Finlandia. Solano, decidido a hacer una estancia en Suecia previa a la competición para entrenar, se vio frenado por una deportación. El pasado 19 de enero después de aterrizar en París para dirigirse al país nórdico y hacer un mes de estancia de entrenamiento, llegó con retraso.

EFE

"Sólo tenía 28 euros conmigo cuando llegué a París y la policía pensó que estaba huyendo de mi país porque las cosas van mal", explicó Adrián Solano. Una deportación que ha suscitado la polémica en su país. Perdió un mes de entrenamiento, pero finalmente ha podido competir.

Debido al maltrato de Solano, la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, y siguiendo instrucciones del presidente a Nicolás Maduro, ha informado de que su país presentará una nota de protesta en Francia por la "ofensa".