La lista del PP en Barcelona no deja de sorprendernos, y no sólo por el estilo pintoresco y rancio de su cabeza de candidatura, Josep Bou. Si bajamos unas cuantas posiciones, en el número 6, descubrimos a otro independiente, Ignacio Sánchez Meya, que no tiene carné del partido pero que se define como "un pepero de toda la vida". Un "pepero" con vocación evangelizadora. Este abogado de la zona alta, cuando acaba la jornada en su bufete, cambia de personaje para, tal y como nos explica Eldiario.es, intentar sacar de la calle a aquellas personas que ejercen la prostitución en torno al Camp Nou. Lo hace movido por unas férreas convicciones religiosas, muy presentes en su particular protocolo de actuación.
Vestido de paisano, se hace pasar por cliente y cuando establece contacto con travestíes o transexuales, saca del bolsillo una imagen de la virgen María: "Busco a esta chica tan guapa, no sé si la conoces". A partir de allí, intenta convencerlas de que abandonen la calle, ofreciéndoles diferentes ayudas, desde hacer un currículum hasta pagar una habitación. Así, asegura haber sacado de las calles a unas 10 personas desde que empezó con este trabajo en el 2016. Eso sí, mientras que les ayuda, "regala" su ultracatólica visión de las opciones LGTBI, que encaja perfectamente con la de Rocío Monasterio, de VOX: "Estamos abocados naturalmente a tener un marido y una mujer, casarnos y tener hijos", a pesar de la perversión de la educación en las escuelas que explican a niños y niñas que "es lo más normal del mundo. Que tú salgas príncipe, princesa o príncipe que luego se hace princesa. Me parece una barbaridad".
¿Cómo acabó a este "apóstol" nocturno en las listas del PP? A raíz de conocer, en 2017, a Josep Bou en Bruselas. Bou, presidente de la patronal antiindependentista Empresaris de Catalunya mientras que Sánchez era miembro de la asociación Tabarnia. Todo muy pintoresco y rancio, como decíamos al empezar este artículo. Asegura incluso que ha compaginado sus filípicas nocturnas en Les Corts con pedir el voto a transexuales y prostitutas. La misericordia que predica y utiliza, sin embargo, en su vertiente social, no existe ni mucho menos contra sus abominables rivales ideológicos, como demuestra el "tabarnés" en los (lastimosos) artículos que podemos encontrar en la web y que utiliza para calificar a los independentistas como "pollinos". Sin duda, tiene pasta para ir con los populares. Eso sí, le auguramos muchas noches de misionero, porque sería un milagro que lo viéramos sentado al pleno del Ayuntamiento.