Este episodio tiene lugar en Punjab (India), y lo protagoniza Chachat, una niña de solo 8 meses que ya pesa 17 kilos.

Un peso del todo desmesurado que tiene desconcertados a los médicos y preocupados a los padres, que no saben qué medidas tomar al respecto y sufren por la salud de su hija.

Según explica la joven madre de 21 años a The Sun, Chachat tiene un hambre insaciable y come "como si fuera una de 10 años". Admite que le dan de comer cada vez que lo pide porque si no se echa a llorar sin cesar y lamenta que solo la pueden llevar a sitios cerca de donde viven porque pesa tanto que son incapaces de cogerla.

Aunque sus padres la consientan tanto con la comida, los médicos no se explican que tenga el peso de una niña de 4 años con sólo 8 meses, hecho que le comporta problemas respiratorios y a la hora de dormir.

Además, está la dificultad añadida de que su piel, aparte de gruesa, se ha vuelto muy dura, lo cual imposibilita hacerle análisis de sangre.

Los padres, que expresan su deseo de que Chachat pueda jugar como los otros niños, no pueden llevarla a un médico especializado por falta de dinero.