El actor catalán Jordi Sánchez, una de las estrellas de la serie de Mediaset 'La que se avecina', en la que interpretaba al insufrible vecino Antonio Recio, hizo muy popular una frase que le va que ni pintada al presidente del Partido Popular, Pablo Casado: "En el sótano de tu fracaso, siempre hay una planta más". Pues bien,el de Palencia se lo ha tomado muy en serio, y parece haberse propuesto llegar al núcleo del planeta Tierra. Cada vez se hunde más.
Como líder de la oposición, ha quedado arrinconado por Isabel Díaz Ayuso y por VOX. Como hombre de estado, mejor ni hablemos. Pero si hay una faceta en la que esta costumbre es más acusada, es cuando se pone a hacer propaganda a través de fotografías en redes sociales. Es un maestro. Su álbum particular está lleno de escenas ridículas, pero no tiene suficiente. Quiere más. Es insaciable.
La última muestra de esta habilidad ha tenido como escenario la famosa polémica del 'chuletón'. Ya saben, el runrún provocado por las palabras del ministro Alberto Garzón, recomendando la moderación en el consumo de carne. La reacción del PP-PSOE fue la misma, qué extraño: desautorizar al "comunista" Garzón con comentarios, réplicas y reflexiones de 'cuñao'. Una competición en la que se produjo un duelo por la medalla de oro de la infamia entre Pedro Sánchez, presidente del gobierno socialista, y Juan Ignacio Zoido, exministro del Interior con Mariano Rajoy. Pobre Casado, incluso aquí le han birlado la cartera. El hombre ha intentado recuperar el terreno perdido disfrazándose de maestro de la parrilla y cocinando un chuletón procedente de Ávila, un clásico de la gastronomía española. Como todo lo hace de cara a la galería, ha inmortalizado el momento. Error mayúsuclo: no cuida los detalles y el resultado ha sido un disparate más y una paliza de los internautas que han visto la imagen.
¿El problema? Qué Pablo cocina piezas de carne de kilo y medio sin encender el fuego. Un mago, vaya. Tampoco conoce demasiado el mundo de los cocineros, ya que trabaja sin protección en los fogones. Precisemos: no se trata de que proteja su integridad, que es su problema, si no la del resto del mundo. Por ejemplo, los potenciales comensales del mencionado chuletón, que podrían encontrarse pasajeros chamuscados en el plato: el pelo de Casado. No lleva el gorro reglamentario, con el riesgo que eso supone. El caso es que "no da una a derechas", por mucho que sea su trabajo. Y la red le responde con contundencia: "idiota".
La imagen es una metáfora del futuro político de Pablo Casado en su carrera hacia La Moncloa: "lo tiene crudo, crudo". Por cierto, que ahora tiene a Albert Rivera de asesor. Ayuso se lo comerá con patatas.