Confirmado. Después de semanas, meses y años de dudas más que razonables, podemos asegurar lo que se esconde detrás de las fotografías del líder del PP, Pablo Casado, y que llenan sus cuentas de redes sociales. El de Palencia no es tan sólo un político. Es un humorista, y está de gira permanente. En verano, claro, tiene más trabajo de lo habitual, cosa que hace multiplicar el riesgo de que alguna de estas instantáneas supere a las anteriores en términos de ridículo. Y eso es complicadísimo, porque el listón lo ha dejado muy alto en lavabos, granjas, cocinas, despachos, etcétera.
Repasar el álbum es una tarea con sabor agridulce: te meas de risa, sí, pero te das cuenta de que representantes públicos como este son posibles presidentes del Gobierno español. Con todo lo que esto implica, también para Catalunya. ¿O no recuerdan aquel 'selfie' y cachondeo con un antiindepe, feliz como unas castañuelas?
La particularidad del personaje es el oportunismo. Un tanto kamikaze, eso sí. Allí donde hay un problema susceptible de generar polémica, griterío y movida política, click, foto 'al canto'. Da igual que el problema lo haya creado su partido. Como el desastre medioambiental del Mar Menor en Murcia, una atrocidad perpetrada desde hace décadas por los diferentes gobiernos 'peperos' en la Región, pero del que, ¡oh sorpresa!, los actuales miembros del partido no se hacen responsables. La culpa es de Pedro Sánchez, y punto pelota.
Este curioso concepto de la realidad y de la responsabilidad es el que le hace perpetrar fotografías en 'plan intensito', mirando las aguas sucias de esta laguna salada con el único objetivo de hacer propaganda junto con el inefable y murciano Teodoro García Egea. Lo que pasa es que Casado tiene la credibilidad bajo tierra, incluso entre algunos votantes de su partido, muchos de ellos de la propia Murcia. El clamor contra su postureo es gigantesco, y las mofas, también. Los memes y las opiniones lo destrozan.
Quizás en este artículo han echado de menos otras burradas de Pablo, como aquello que dijo sobre la unidad lingüística del catalán en Palma. Tiene una explicación: este tipo de sandeces orales, y no gráficas, las tratamos en otra ventanilla. Ahora está cerrada, pero si esperan un poco, seguro que el protagonista la vuelve a abrir. Disculpen las molestias.