Roland Garros es uno de los torneos por excelencia del circuito profesional del tenis y uno de los más prestigiosos de la historia del deporte. La tierra batida parisina cuenta con un buen puñado de historias y anécdotas.
La edición de este año ya ha dejado un momento bien curioso (y dramático), el del desenlace del partido entre el joven croata Borna Coric y el estadounidense Steve Johnson. Ambos tenistas estaban protagonizando un duelo igualado y vibrante que ha acabado con un contraste de emociones que ninguno de los dos ha podido esconder.
Yakın zamanda babasını kaybeden #Johnson maç sonunda göz yaşlarını tutamadı (Aynı anda Coric raket kırarken) pic.twitter.com/9xDDqhGFuC #RG17
— TenisNot (@TenisNot) 31 de mayo de 2017
Después de casi cuatro horas de partido, Johnson conseguía el punto que le daba la victoria por 6-2, 7-6, 3-6 y 7-6 y rompió a llorar de manera desconsolada sin que nadie supiera el motivo de la reacción -más allá de ganar un partido tan duro-. Resulta que el norteamericano perdió a su padre hace tres semanas y no pudo contener la emoción.
En la otra cara de la moneda, el de la derrota, tenemos a Coric, quién focalizó toda su rabia contra su raqueta, la cual destrozó violentamente ante la incrédula mirada de los espectadores, que no acababan de entender la desmesurada reacción del joven tenista.