Es el primer restaurante sin ropa del Estado y te está esperando -si te atreves- en las Islas Canarias.
Innato Tenerife ha abierto sus puertas este fin de semana con un propósito: que sus comensales vuelvan al pasado. Durante la velada, no se puede utilizar el móvil, no hay suministro eléctrico (el restaurante se ilumina con velas) y, igual que hacían nuestros antepasados, los clientes están totalmente desnudos. Incluso las llaves de casa hay que dejarlas fuera del comedor.
La idea es que los clientes "se relajen, se olviden de todo", y disfruten de un entorno natural, rodeado de higueras, perales y otros árboles frutales. El menú consta de cinco platos, en los que se puede escoger carne, pescado y marisco, o comida vegetariana, todo cocinado a leña. ¿El precio? 70 euros por cabeza.
Hay "final feliz"
El "momento más erótico de la noche" llega con los postres, que el restaurante llama "final feliz". Aquí, la mesa de los comensales deja de ser de madera y tener cuatro patas, para convertirse en el cuerpo de una persona. Los clientes tendrán que degustar los postres sobre figuras femeninas o masculinas (a escoger). Frutas frescas y dulces caseros... deslizándose sobre cuerpos de modelos.
Atlas
En el restaurante también son bienvenidas personas vestidas, pero entonces no podrán disfrutar de este "final feliz". Los postres son sólo un premio para los valientes que se quedan sin ropa o, como mucho, se cubren con un albornoz.
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A pesar del admirado clima español, hay que decir que sólo un lugar como el sur de Tenerife es el adecuado para un restaurante como este: nudista, que abre en verano y en invierno y, que de tan natural que quiere ser, no puede utilizar calefacción.