Nuestras críticas tienen un defecto: son nuestra foto de un restaurante. Pero en realidad, para hacer justicia, deberíamos hacer un vídeo. Y no uno del momento o momentos en el que los visitamos, si no uno de día tras día. Porque los restaurantes son un ser vivo, sobre todo los de autor, esos que dependen tanto de la creatividad y del ingenio del chef, pero también de la su constancia y de su equipo al completo. Por eso nuestras críticas procuran ser constructivas y si te apetece leer entre líneas, en los matices encontrarás nuestro pronóstico de futuro, solo pronóstico.
La foto de hoy, fotaza, es de la Cerdaña, de L’Origen, un restaurante de autor. Lugar mágico, único, de comedor relativamente pequeño, en un espacio con toques montañeses antiguos, sobre el que manda un gran ventanal que da al emblemático “Estany de Puigcerdà”, del que lo separan a penas unos metros. El entorno es TOP, la remodelación a hotel y restaurante, que la familia Estany (mejor apellido imposible) ha hecho de su antigua residencia de verano es simplemente maravillosa. El resultado es un comedor único, íntimo, y un ambiente tranquilo, precioso y bucólico.
L’Origen no es un restaurante de hotel como el de los de ciudad. Tiene personalidad y clientela propios. La apuesta del chef, José Carlos López Gamiz, de Jaén, es atrevida, moderna, desafía a la gastronómicamente comodona parroquia “cerdañiense” (el gentilicio es ceretana) y arriesga en cada elaboración. Los Miguelines siempre valoramos la osadía aportativa como la que tiene esta apuesta. El resultado es potente, platos sorprendentes que mezclan con atino: creatividad, montaña y Andalucía. La experiencia es fantástica, de grandes ocasiones, aunque de ser un vídeo de los que explicábamos al principio, los Miguelines apostamos porque el resultado solo hará que crecer.
Ojo, aunque la apuesta gastronómica es atrevida, moderna y pretenciosa, impactan los manteles de papel que hay sobre unas mesas de madera montañesa. Impacta tanto que los Miguelines pensamos que una posible evolución del sitio podría ser la de no distanciar tanto lo que hay sobre el plato de lo que hay debajo. No es lugar para comer con niños, no es lugar bullicioso al que ir con grupetes de amigos y compartir platos. El servicio no es abundante, y sin duda, debe superar el reto de explicar cada elaboración, pues la simplicidad es un ingrediente que no se encuentra en su cocina.
La carta es corta (¡bien!), y la opción de menú atractiva. El chef nos montó un menú, en el que probamos platos de caza elaborados con carne de corzo, sofisticadas elaboraciones con foie y un plato de corvina clavado.
Los postres, una de las fortalezas del chef, son bonitos y creativos, aunque menos efectivos que los platos de carne y pescado.
No es opción para ir de diario, pero sí para vivir una experiencia gastronómica difícil de olvidar. No sabemos si aspira a estrella, podría si se sigue perfeccionando, pero en cualquier caso a nosotros nos parece más estimulante ir al Celler cuando tenía una o ninguna estrella, que ahora que tiene 3. Porque en los restaurantes siempre hay un antes y muchas veces un después, hoy te acercamos una apuesta de futuro, cuyo presente es ya espectacular y cuyo lugar no olvidarás. Suerte chef y Estanys, la Cerdaña nunca fue tierra fácil para las apuestas gastronómicas atrevidas.
| Puntuación | ||
|---|---|---|
| Comida | Vinos | |
| 72 | 75 | |
| Servicio | Local | |
| 66 | 68 | |
| Precio | Estrellas Miguelín | |
| 40€ |  |
|
¿Dónde está L'origen?
Dirección: Av. Pons i Gasch, 15, 17520 Puigcerdà, Girona
Horario: De martes a domingo de 12:30 a 24h. Lunes cerrado
Teléfono: 972 88 46 30