Después de la pandemia sanitaria (o al mismo tiempo), la pandemia económica. La crisis por el coronavirus se está llevando, desgraciadamente, muchas vidas. Y también muchos puestos de trabajo. La economía de millones de personas, a hacer puñetas. Los números no salen, las cuentas hacen temblar de ansiedad, puestos de trabajo que desaparecen, la situación laboral estremece sólo de pensar. Y ahora, quién ha hecho el análisis más demoledor al respecto, ha sido Lluís Marco.
El excepcional actor catalán, con un talento interpretativo forjado en numerosas series y obras teatrales (Ventdelplà, Hospital central, Hispania, Romeo y Julieta, Nixon-Frost, Copenhague...), padre de la también actriz Marta Marco y del exjugador de baloncesto Carles Marco, es, aparte de todo eso, alguien que cuando habla, hay que escucharlo. Y no sólo por la prodigiosa voz de doblador que le caracteriza, que también. Dice a las cosas por su nombre, y reparte castañas a diestro y siniestro, especialmente a la clase política.
Uno de los colectivos que desgraciadamente viven y vivirán con angustia y sin saber qué pasará con ellos, es el de los actores. Los teatros fueron de lo primero en cerrar y serán de lo último en reabrir. Miles de actores y actrices se han quedado sin trabajo, y las perspectivas no son muy halagüeñas. Y si además, ve que según quien, vuelve a tener trabajo, imaginen la crispación que le corroe por dentro:
Marco se indigna, y con razón, escuchando cómo muchos se llenan la boca sobre los puestos de trabajo, sobre la economía del país, sobre hacer de tripas corazón para salir adelante y bla, bla, bla. Palabras. Pero a la hora de la verdad, hay algunos profesionales (y otros vividores) que no consta en acto que vean peligrar su silla. Lo resume Marco con la pregunta más precisa, acertada y descarnada del desconfinamiento:
En un tuit posterior, Marco va más allá y se pregunta si "Para ser político ¿hacen falta muchas luces o hay suficiente con pagar el recibo de la luz?". Y añade para los políticos que se den por aludidos: "Pregunta para los partidos políticos. ¿Quedan cargos libres remunerados estilo no pegar golpe y cobrar?". Como él dice, claro y catalán.