Miquel Ripeu. Actor, director, escritor y presentador catalán que los espectadores de Televisión de Catalunya han ido viendo los últimos años en programas y series como Crackòvia, Lo Cartanyà o Polònia. Pero también le hemos visto en Homo zapping o en numerosas obras de teatro. El intérprete tiene la sana virtud de no morderse la lengua cuando ve algún gesto o declaración que le desagrada profundamente, especialmente si tienen alguna connotación racista. Lo hizo después de ver un debate electoral cuando algunos ultras se quejaban de que Aitor Esteban no le había dado la mano a Espinosa de los Monteros: "¿Debate? Un imbecil escupe mentiras racistas y soflamas xenofobas, y 2 periodistas y 4 dirigentes políticos hacen ver que todo es normal. Acuérdate de esto dentro de un par de años: esa normalización de la ultra derecha la viviremos TODOS. No sólo la sufriremos los racializados".

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De un tiempo a esta parte, Ripeu observa una actitud que se viene repitiendo sistemáticamente cuándo está parado "en un puto semáforo" con su hijo: que un desconocido, alguien que ni conoce ni es amigo ni de él mismo ni de su hijo, aproveche los segundos de espera a que cambie el semáforo para pasar la mano por la cabeza de su hijo y atusarle el pelo. Personas que deben considerar que el tacto del pelo de su hijo es susceptible de ser acariciado o para demostrar no se sabe exactamente qué. Y Ripeu ya ha dicho que ya basta. En un ataque de sinceridad reconoce estar hasta el moño de gestos como estos, que él no duda en considerar micro-racismos:

Algunos usuarios le han expuesto sus propias experiencias y él ha seguido dejando claro que si alguien se le ve y a su hijo, se ahorre tentaciones: