Desde esta mañana del domingo 17 de diciembre se está celebrando el programa más importante del año en TV3 y Catalunya Ràdio. Todos los profesionales de la casa se vuelcan en un objetivo común: La Marató. El programa más solidario, emotivo, sentido, emocionante, conmovedor y necesario de los 365 días del año en la televisión y la emisora pública catalana. Como siempre, se emitirá durante todo el día y acercará a los espectadores diferentes historias, testimonios y situaciones que tienen como objetivo informar y recaudar lo máximo posible, muestra brutal de solidaridad, sobre el tema escogido este año: la salud sexual y reproductiva (SSIR).
Desde primera hora se están abordando las diferentes patologías que afectan más a la población, en todos los aspectos de la vida y a lo largo de toda la vida. Enfermedades relacionadas con la sexualidad y la reproducción que tienen una prevalencia (proporción de personas afectadas en una población y momento concretos) de 3 millones de personas en Catalunya. Patologías y complicaciones relacionadas con el aparato reproductor, la medicina reproductiva, y las vinculadas al embarazo y el parto, entre otros la preeclampsia que sufrió la presentadora del TN Comarques, Núria Solé o la endometriosis, una enfermedad en que, en la parte exterior del útero, crece un tejido similar a la mucosa interior del útero que puede causar un dolor intenso en la pelvis y dificultar que se consiga un embarazo. Puede aparecer a partir de la primera menstruación y hasta la menopausia. Y, como muchas mujeres, lo sufre la maravillosa actriz Vicky Luengo.
La protagonista de Antidisturbios, Reina roja o Suro ha pasado por los micrófonos de Catalunya Ràdio en esta fecha tan señalada y ha sobrecogido con su testimonio. Porque en La Marató no solo tienen cabida testimonios sobre enfermedades, sino también sobre comportamientos abyectos de algunas personas que se hacen llamar profesionales de la sanidad. Un impresentable ginecólogo que le hizo pasar a Vicky uno de los momentos más duros de su vida, y fue recientemente. Explica Luengo qué pasó la última vez que visitó una clínica de urgencias en Barcelona, "con mucho dolor" debido a su endometriosis. Un comportamiento vomitivo del médico, un tipo que "la única cosa que me preguntó era si yo tenía hijos, que yo ya era bastante mayor para tener endometriosis y no tener hijos, que si dejaba pasar el tiempo quizás no podría tener hijos y que si tenía novio". Ella se sintió "tan cohibida y juzgada y estaba tan vulnerable que le dije que sí y en aquel momento no era verdad. Me lo inventé porque me sentí muy cohibida, tenía mucho dolor y no sabía qué me estaba diciendo aquel señor". Hay más.
El ginecólogo, al final de todo, después de estos comentarios abyectos, le dijo: "Yo te recomiendo que vengas aquí y te hacemos un embarazo in vitro y te pongo dos de una vez y así ya luego te vacío y te quedas así'"... Vicky todavía se escandaliza: "¿¿Te vacío?? Como si yo fuera una especie de animal al cual se le tiene que sacar el útero y los ovarios". Al salir de la consulta, hartón de llorar y una certeza: "Salí de aquella consulta, me puse a llorar, no entendía muy bien por qué lloraba... Después, cuándo hablé con amigas y con mi madre me dijeron: 'Eso es violencia'. Y no sé por qué no lo denuncié".
Todo el apoyo del mundo a Vicky y a las mujeres que alguna vez hayan vivido esta lamentable situación y les haya atendido un ginecólogo imbécil e impresentable como este. Y sí, tiene razón la actriz: hay que denunciar. Basta ya.
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