La lista de juguetes rotos que ha dado el mundo de la televisión, el cine o la música es interminable. Jóvenes talentos que se comieron el mundo en sus inicios, que se volvieron imprescindibles y la salsa de todos los platos, y que de un día para el otro caen en el olvido más absoluto, generando de rebote depresiones, sentimientos de fracaso y problemas económicos. Lamentablemente casos hay a espuertas. Y en Sálvame, que deben tener una especie de radar para estos perfiles, hemos conocido el último caso.

@adrianrodriguez

Adrián Rodríguez era el ingrediente con el que contaban todas las series de televisión que querían poner la guinda del pastel, especialmente en proyectos para todos los públicos. El actor de Cornellà, sin ser el protagonista absoluto, se comía a sus partenaires cuando aparecía en pantalla, ya fuera en Los Serrano, Física o Química o El chiringuito de Paco.

Antena 3

Su talento, sin embargo, tocaba más palos. La música también le proporcionó éxitos y reconocimientos. Desde bien pequeño, ganando el concurso Menudas estrellas imitando a Chayanne o ya de adulto, montando un grupo teenager, los SJK (Santa Justa Klan) con sus compañeros de reparto de Los Serrano o participando en Tu cara me suena dejando boquiabierto al jurado en más de una ocasión.

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Pero Rodríguez cometió un error: ir de concursante a Supervivientes. O mejor dicho, el error fue abandonar. La boca del lobo de Telecinco es tentadora y el actor-cantante decidió lucir los muchos tatuajes de su cuerpo en la isla de Honduras. Pero las 'nuevas experiencias' que quería vivir no fueron de color de rosa. Después de unos días en que no encontraba su espacio decidió abandonar antes de tiempo. Y empezaron los problemas. Decepción familiar, compañeros de profesión que le volvían la espalda, ostracismo profesional fruto de pocas llamadas recibidas después de verlo en el reality, deudas con Hacienda y una todavía mayor con la productora del programa. Indemnización cuantiosa y un año sin trabajo.

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Él mismo ha vuelto a un plató donde curiosamente se habla mucho de Supervivientes, el de Sálvame, para hacer una dolorosa revelación: "Estoy en psicólogos y atravesando un proceso depresivo. He tocado fondo. Tuve que dejar mi piso y ahora me refugio en la música; estoy haciendo un disco de música más personal, nada comercial". Una espiral de dolor que lo ha hecho permanecer en casa sin querer ver a nadie: "No tenía ganas de enfrentarme a las preguntas del porqué me había ido. He fallado a mis padres y a mi hermana, que me defendía en plató. No me llaman de casting y no me dan trabajo en ningún lado". Las productoras se han olvidado de él. Y los compañeros también. "Me hablo con Víctor Elías -de 'Los Serrano'-, pero la mayoría de compañeros no han compartido mi participación en Supervivientes". Olvidado y apestado. Y sin poder contener las lágrimas. Cliquea en la foto para ver el vídeo.

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Sigue esperando que la situación cambie, pero tal como le ha confesado a Jorge Javier Vázquez, es consciente de la realidad que ahora le toca vivir: "Puede ser que hayan tachado mi nombre por mi paso por Supervivientes o por mi imagen de tatuado. Soy humano, he fallado, pero me gustaría que me dieran otra oportunidad".