Agatha Ruiz de la Prada y Pedro J. Ramírez sorprendieron a muchos con su divorcio hace casi un año. Treinta años juntos que habrían acabado a raíz de la aparición de otra mujer en la vida del periodista. Ahora, centrada en el trabajo, la diseñadora ha asegurado a Socialité que se encuentra mejor que nunca: "Estoy muy contenta y soy muy feliz, como si fuera una niña de 14 años".

Su relación con el periodista, por eso, no volverá: "Creo que amiga de Pedro J, nunca más. Estoy muy contenta así". Unas declaraciones que siguen la tónica de las que ofreció a la revista ¡Hola! hace un par de meses, cuando aseguró que el día que sacó sus cosas de casa fue una gran liberación.

¿Y su corazón cómo está? "Fuertísimo", a pesar de no querer tener más parejas. Una felicidad que ha conseguido después de mucho tiempo triste gracias a estar ocupada: "Nada mejor que el trabajo para salir adelante, aparte de los amigos y amigas. El trabajo es sensacional y el mío es tan absorbente, tan divertido y mágico... Me imagino que seguiré trabajando hasta el último día de mi vida".

Una de los incógnitas que no habían resuelto todavía es sobre cómo ha quedado su patrimonio. ¿Quién se ha quedado con qué? Agatha ha asegurado que en la repartición de bienes, ella se quedó con la casa, donde quiere vivir siempre; y más ahora después de haberla pintado a su gusto.

Pero la parte más importante que sigue poseyendo son sus hijos: "Me llevo muy bien con Tristán y Cósima, y estoy con ellos desde un principio. Es una pasada. Está como si me hubieran tocado a mis hijos en el reparto".

Una separación traumática en la que perdió 18 kg, pero que le ha convertido en una mujer "completamente nueva". ¿La veremos pronto con nueva pareja?