Es quizás la primera diseñadora de moda española en quien la mayoría de las personas piensan cuándo se les pregunta por una. Ágatha Ruiz de la Prada, a los 63 años, puede presumir de ser una de las empresarias más potentes y reconocidas en el mundo de la moda española. El estilo característico de la diseñadora madrileña no pasa nunca por desapercibido. La combinación de los colores más llamativos y la presencia de corazones en muchos de sus diseños, hacen de sus productos una marca inconfundible. Últimamente, Ágatha ha tenido que convivir rodeada de una larga polémica que la enfrentaba contra otra cara muy conocida de la capital, Carmen Lomana (75). Toda una serie de ataques entre la una y la otra han hecho que muchos medios de comunicación siguieran exhaustivamente la evolución de la polémica. Ahora, sin embargo, Ágatha Ruiz se ve implicada en una nueva lucha que puede repercutir negativamente contra la economía de la empresaria después de que se hiciera pública una resolución de la Audiencia Nacional.
Ágatha Ruiz ha trabajado intensamente a lo largo de su vida, y lo sigue haciendo, cosa que le ha permitido adquirir diferentes propiedades que no están al alcance de cualquier bolsillo. Pedro J. Ramírez y la diseñadora fueron pareja durante muchos años, desde 1986 hasta 2017, y durante su relación fueron aumentando la lista de inmuebles de propiedad. Después del divorcio, la aristócrata y diseñadora se quedó con una mansión que, en su momento, compraron a Joaquín Calvo Sotelo, ubicada en una zona privilegiada de la isla de Mallorca, Costa de los Pinos. Según ha publicado el diario Última Hora, la Audiencia Nacional ha ordenado la demolición de dos zonas de Son Servera, nombre de la finca ahora propiedad de Ágatha Ruiz. El proceso judicial se inició en 2001, y después de más de 20 años de lucha, la diseñadora se ve obligada a acatar la decisión tomada que supondrá la demolición de dos partes de la casa.
La historia interminable que persigue a la diseñadora de moda, finalmente, supondrá la destrucción de la piscina y la zona que la rodea y el embarcadero que permite el acceso directo desde la finca al mar. Según ha declarado Ágatha Ruiz a Vanitatis: "La famosa piscina la recuerdo desde que era pequeña porque esta casa era de Joaquín Calvo Sotelo y veníamos aquí. En esa época no había Ley de Costas. Más adelante, se legalizó. No creo que haya una piscina en España cono más permisos que la mía. Compramos la casa a la viuda y se mantuvo tal cual porque se suponía que no había ningún problema". Durante años prevaleció el derecho a la propiedad privada enfrente de lo que reclamaban los ecologistas y activistas que consideraban que la finca ocupaba un espacio de paso público. Sin embargo, la diseñadora también ha explicado que seguirá en todo momento las órdenes de los abogados que se han encargado de asesorarla en todo momento.
Ágatha Ruiz de la Prada intenta dejar todas las polémicas que la implican de lado hecho que está esperando una de las noticias que más ilusión le hace. También en declaraciones al medio citado anteriormente, la aristócrata afirmaba: Si té digo la verdad, ahora de lo que estoy pendiente es de que me llame mi hijo Tristán para decirme que ha nacido el bebé. Estoy encantada de convertirme en abuela. Y mañana me voy al Baile de la Rosa". Ágatha Ruiz continuo con su vida llena de compromisos que van desde televisión, hasta la presentación de un libro. Hace pocos días que volvió de Andorra, lugar donde presentó el libro de sus memorias. También participa en el concurso de Telecinco, Bailando cono las estrellas. En definitiva, se puede ver como a la diseñadora no la para ningún obstáculo y se sigue atreviendo con todo tipo de retos.