Hoy hace justo una semana que se pusieron en funcionamiento nuevas y restrictivas medidas sobre movilidad, para hacer frente al aumento de contagios de coronavirus en Catalunya. A las ya instauradas hace días de cerrar bares y restaurantes y del toque de queda de las 22h de la noche, se sumaron los cierres de cines y teatros y la prohibición de salir de un municipio desde las 6h de la mañana del viernes hasta las 6h de la mañana del lunes. Confinamiento perimetral de fin de semana que este que ahora llega, vuelve a estar vigente. Y a saber hasta cuando.
La actriz Agnès Busquets vivió en su piel esta medida. La intérprete catalana del Polònia de TV3 tuvo que viajar hace siete días a Tarragona por motivos personales de causa mayor. Allí se encontró un control de los Mossos d'Esquadra que tenía como objeto evitar que nadie se saltara la normativa. La dejaron pasar después de las explicaciones y documentos pertinentes de Busquets, pero una imagen continúa bien presente en su recuerdo una semana después: "Una imagen que no me quito de la cabeza".
Busquets no entiende lo que vio por parte del agente que la paró, y que posteriormente la dejó pasar. Concretamente, lo que le vio en la mano: "El agente con el que hablé llevaba su pistola en la mano. ¡EN LA MANO! ¡Que es un control! No la frontera de Gaza", estalla Busquets:
La actriz y muchos otros no entienden que a pesar de las medidas extraordinarias, se encuentren con imágenes más propias de un clima bélico en una ciudad fronteriza. Otros apuntan a la situación de alerta por terrorismo y a la circular interna que les pide extremar la vigilancia en espacios públicos después de los recientes atentados que ha habido en países europeos como Francia o Austria. Sea como sea, unas prevenciones que para Busquets, no justifican que ella tuviera que ver a un palmo de su nariz una pistola en la mano de un mosso d'esquadra, y no guardada en la funda del cinto:
Una visión francamente desagradable que no ha conseguido borrar de su cabeza. La entendemos.