La vida de Shakira y Gerard Piqué no volverá a ser la misma. Cuando menos durante una buena temporada, hasta que el huracán ocasionado por su ruptura sentimental pierda potencia. Un horizonte, por lo visto, todavía muy lejano. Las informaciones sobre la pareja no se detienen. Especialmente todo el que tiene que ver con la vida íntima del central culé, el más activo en este sentido. Su relación con C.C., la joven rubia y excamarera de un local de ocio, parece que avanza y se fortalece. Y lo que es más importante: ya podemos poner cara a la sustituta de la colombiana. La imagen más buscada ya no hace falta que la busquen. Es esta.
De hecho también hay vídeo, gracias a la investigación que están llevando a cabo las periodistas catalanas Laura Fa y Lorena Vázquez. Mientras tanto, la cantante medita si abandonar Barcelona definitivamente e instalarse en Miami, a expensas de lo que pase con sus hijos, Milan y Sasha. Todo son elucubraciones en este sentido: Shakira no ha dejado de cumplir en su papel como madre como ha hecho siempre. Aunque más triste, más pensativa, preocupada. También molesta por la presencia constante de los medios, de los paparazzis, de los reporteros que montan guardia en la casa conyugal de Esplugues, donde ya no vive Gerard. Sí que están sus padres y su hermano: en el caso del padre, además, recuperándose de una caída que sufrió al llegar a Barcelona para acompañar a su hija en este difícil trance.
La presión mediática no es agradable, pero es que además provoca efectos todavía más inquietantes, potencialmente peligrosos. La ubicación de su domicilio es patrimonio de todos, y eso implica visitas. Muchas. Curiosos, fisgones e incluso gente que no está bien. Como el que ha firmado una serie de pintadas en el pavimento justo delante de la mansión. Mensajes en inglés supuestamente de ánimo, pero que hielan la sangre. "Te amo mujer bonita, Vengo aquí para ti, amor mío," o "estoy listo para casarme contigo ahora mismo y apoyarte". Que sí, que todo el mundo quiere a Shakira, pero esta manifestación da miedo. No es amor. Es otra cosa.
La reportera Laura Lago ha interrumpido la emisión de 'Sálvame' con una información urgente y alarmante. La Guardia Urbana de Barcelona ha entrado en la vivienda de la cantante. El programa ha causado estupor, claro, y han estirado el chicle todo lo que han podido y un poco más. El motivo de la visita de los agentes, proceder a la denuncia pertinente por esta situación. Por lo que pudiera pasar, claro. Lago explica que las pintadas las hizo el domingo por la tarde un chico ruso que hace días que recorre la zona. Shakira está sufriendo. Por eso y por otro tipo que le ha abierto el buzón y le deja notas.
El tema se está descontrolando. Desgraciadamente, eso sí, no vemos el final del túnel.