Difícilmente encontraremos en Catalunya a alguien como Albert Pla. El cantautor es único a la hora de explicar historias de la manera como él hace, con una música única, una forma de cantar inimitable y una sanísima mala sombra y sarcasmo como hay pocos. El de Sabadell lleva muchos años haciendo lo que le sale del moño, cachondeándose de todo quisqui y repartiendo a diestro y siniestro con sus palabras y letras. No se ha callado nunca y no piensa hacerlo. Y cuando se trata de poner en su sitio al personal, nadie como él para hacerlo con ironía y retranca. Evidentemente, una de sus dianas favoritas son las españas y los miembros más rancios de estas.
Fascistas, ultras, tolerantes demócratas, anticatalanistas, patrióticos, monárquicos y políticos derechosos que sueltan su odio contra todo lo que tenga que ver con una Catalunya independiente. Todos ellos reciben y recibirán por parte de Albert Pla. Y ahora, le ha tocado el turno a uno de los personajes más fúnebres, abyectos y miserables que ha dado la política española los últimos tiempos: José María Aznar. El expresidente español últimamente ha enloquecido más que de costumbre. Lleva días insistiendo en que la exculpación de los actores del procés a través de una ley es "un elemento destructivo de la Constitución española", ha tildado a Junts de partido "golpista", sigue defendiendo una manifestación en contra de la amnistía y con respecto al uso del catalán en el Congreso de los Diputados, sostiene que "ver diputados con pinganillo es un espectáculo propio de los peores momentos de la Primera República española. Es grotesco".
Lo que es grotesco es escuchar las sandeces de este hombre repulsivo y nocivo para la sociedad, todo odio, todo rencor, todo alucinaciones peligrosas y todo crispación. Un personaje que da grima y a quien ahora se ha dirigido el genial Albert Pla con una petición hacia él y un 'generoso' consejo hacia España. Pla dice que "después de haberle escuchado, señor Aznar, lo mejor es que usted apoyara la independencia de Catalunya y el País Vasco... Es que... sin los votos de los catalanes y los vascos, ustedes podrían ser libres. España sería un bosque de PP y de Vox, todos felices, todos podrían ser, los españoles, todo lo fach... todo lo constitucionales que quisieran, ¿sabe?, sin los catalanes y los vascos".
Pla, una vez más, genio y figura.