Los dos se han convertido en los personajes más buscados de los últimos meses. Alejandra Rubio y Carlo Costanzia son la pareja de nepobabys que sorprendían a todo el público de la prensa rosa, sin embargo, sobre todo dejaban sin palabras en sus madres, Mar Flores y Terelu Campos. Él aparecía al mundo televisivo para criticar la educación de sus padres, empezando un nuevo escándalo para la modelo y la familia. Y ella, una colaboradora que comentaba la entrevista del joven desde plató. Nadie se dio cuenta de ello, pero entre los dos se estaba cociendo alguna cosa. No sabemos si amor, o una exclusiva, pero hace tan solo un par de semanas la revista Semana publicaba en primicia las primeras fotografías de la pareja. El beso de la primera cita con una mirada de reojo a la cámara que nos hacía sospechar de la inocencia de estar pillados en su primer beso. Después de días de escándalo, la nieta de María Teresa Campos ha seguido dando más quebraderos de cabeza para su madre, ha traído el chico la casa de Málaga, dónde lo hemos podido ver a uno tan extraña: se dirigía a la prensa excesivamente risueña y un poco desconcertada.
Digamos que la pareja no vive en el escenario más idóneo para empezar una relación: Carlo Costanzia está cumpliendo una condena por un delito de estafa, y hasta ahora, dormía en un centro de inserción social en Madrid. El joven tiene un historial judicial de categoría, cuando menos, ha confesado públicamente que ha sido adicto a sustancias y el alcohol, y además ha salido a la luz su expareja Jeimy, quien asegura que es un chico tóxico y problemático. Alejandra Rubio no podía tener mejor ojo. Sin embargo, la hija de Terelu Campos continúa con su línea de perfeccionismo, todo es ideal, todo genial. Pero no es oro todo aquello que luce, hace pocos días los veíamos perder los papeles ante los paparazzi: Costanzia estallaba delante de las cámaras tras perseguirlo y grabar su nuevo piso de Madrid. Ups. Este fin de semana se marchaban de cita romántica en Málaga, concretamente, a la casa familiar del clan Campos, y, ayer, les veíamos paseando juntos en el barrio dónde vive el joven. Desconcertada, alegre, y con una actitud extraña, Alejandra Rubio se dirigía de esta forma a la prensa. Atentos.
Carlo Constanzia explota, se enfrenta a gritos a la prensa y amenaza con demandar: "¡Acoso!" https://t.co/RCq75cgnvG
— CHANCE (@CHANCE_es) February 23, 2024
Alejandra Rubio f*mada 🚬☘️ pic.twitter.com/xsuAsRBkE0
— �������������������� (@sugarcriminal) February 29, 2024
"Todo genial, ya sabéis que yo siempre con una sonrisa en la cara" Bien, digamos que es la primera vez que la notamos tan efusiva. Intentando responder con claridad a los paparazzi, su actitud hace sospechar a los usuarios. Embobada, y risueña, hay incluso un momento que, cuando el periodista intenta hacerle una broma cantándole una canción, ella le sigue el rollo y se ponía a bailar. Todo muy extraño y sospechoso. De hecho, nunca la habíamos visto como en el vídeo, siempre estaba seria y angustiada de tener los focos siguiéndola. Procuraba ser agradable y guapa, pero siempre desde la frivolidad. Se trata de un cambio de humor que no se entiende demasiado, o bien, igual es gracias al joven y el rato que pasan juntos. Carlo Costanzia lo ha confirmado varias veces, él ha consumido todo tipo de sustancias y ahora, después de ver una cara de Alejandra Rubio hasta ahora desconocida, ha hecho saltar todas las alarmas de la red. Sus ojos lo dejan entrever, parece que estuviera fumada.
Alejandra Rubio aparece como si estuviera en una nube, no sabemos si de amor o de cigarrillos, quién sabe qué actividades deben practicar juntos. Son la pareja del momento, pero no por ser ideales juntos ni tener un gran grupo de seguidores, lo son por todo los escándalos que comporta su amor. Ya han salido las exparejas de todos dos, y digamos que ninguno tiene un pasado demasiado neto en el tema del amor. Jeimy, asegura que el actor le ha pedido una segunda oportunidad mientras conocía a la joven y, la expareja de la Campos explicaba que le había propuesto una cita para el próximo sábado. Aquí hay gato encerrado. Carlo Costanzia y Alejandra Rubio, una historia que acabará tan mal como sus inicios, no podemos tener más ganas de ver el final.