Parece mentira cómo pasa el tiempo, pero Álex Ubago ya tiene 41 años. El cantautor vasco, nacido en Vitoria, lo rompió de mala manera hace veinte años, en el 2001 y en el 2002, con solo veinte añitos, cuando vio la luz su primer disco ¿Qué pides tú?. En él había canciones que sonaban en todas partes y a todas horas, especialmente un baladote azucarado con Amaia Montero de 'La oreja de Van Gogh', que empezaba con unas notas de piano y que cantaban los y las fans a pleno pulmón, especialmente cuando llegaba aquello de "Me muero por concocerte, saber qué es lo que piensas. Abrir todas tus puertas. Y vencer esas tormentas que nos quieran abatir. Centrar en tus ojos mi mirada, cantar contigo al alba, besarnos hasta desgastarnos nuestros labios y ver en tu rostro cada día crecer esa semilla. Crear, soñar, dejar todo surgir, aparcando el miedo a sufrir". Se llamaba Sin miedo a nada, o Me muero por conocerte, como la conocía todo el mundo:

Una época donde sonaban hits como A gritos de esperanza, Qué pides tú o No te rindas. Un piano, una guitarrita, la voz tristona y dulce, toneladas de azúcar y una presencia depresiva, unas letras cargadas de melancolía, cantándole al amor y sobre todo al desamor, fueron como la fórmula de la Coca-Cola: infalible, era uno de los cantantes con más fans del país, sobre todo entre el público adolescente.

Su carrera continuó sin el éxito fulgurante de aquellos inicios, pero él se ha mantenido haciendo lo que más le gusta: tocar la guitarra y cantar. Siete discos, el último de ellos, Galerna, que es del que ha ido a hablar al Late xou del gran Marc Giró, donde también estuvo otro vasco de nombre Álex, el director de cine Álex de la Iglesia, a quien Giró le confesó un equívoco con el rey Felipe. En la conversación ha habido un momento sensacional cuando el presentador le propone un juego para escoger si sus propias canciones son más de "¿Llorar o follar"? mientras las escuchas:

Un Álex Ubago que sigue teniendo fans de aquella primera época, que se han hecho mayores con él y su música. En este sentido, ha confesado qué pasó con una de las fans más fieles que tenía, ya en la primera época, cuando sacó su primer disco. "Había muchas fans que me seguían a muchas ciudades, prácticamente se hacían la gira entera y estaban en todos los conciertos". Concretamente, había una que parecía la fan número 1 del cantautor vitoriano, "venía a todos los conciertos, siempre en primera fila, la veíamos en todas las pruebas de sonido...". Hasta que de repente, un día, dejaron de verla por allí. Desapareció como por arte de magia. Él y su mánager, extrañados, e incluso, preocupados por si le había pasado alguna cosa. Pasó el tiempo. Pasaron unos meses, y un día iba Ubago paseando por la Gran Vía madrileña y entre la gente, ve a una chica que va hacia él... Era ella. La fan número 1. ¿Qué había pasado?: ""Según la voy mirando digo: 'Coño, si es ella!'. Era ella, la fan que había desaparecido... Iba vestida con una camiseta de Iron Maiden, como dark, las uñas de negro... Al verla entendí todo... se había convertido al heavy, había pasado de etapa".

Ahí es nada, vaya cambio, de Álex Ubago a Iron Maiden... eso se dice ser ecléctico.