La popularidad de Ana Milán durante el confinamiento ha colocado a su hijo en el punto de mira. La actriz hace semanas que se dedica a entretener a sus fans con sus vídeos de Instagram, explicando anécdotas divertidísimas y hablando de su visión de la crisis sanitaria. Unos vídeos que han hecho ganar repercusión mediática a Marco Morales, el único hijo de la artista, que se dedica a gastarle bromas cuando se encuentra en medio de un directo. El joven acaba de cumplir 18 años, es futbolista y, después de hacerse famoso gracias a los vídeos de su madre, ahora se encuentra inmerso en una polémica política destapada en las redes sociales: es seguidor de Vox.
Entre las cuentas que Morales sigue en Instagram está la formación ultraderechista de Santiago Abascal. Pero esto no es todo. También lo acusan de interactuar con perfiles machistas que hablan de "feminazis" y de "cáncer feminista". Críticas a tutiplén y respuesta de Milán, que ha decidido pronunciarse a través de uno de sus vídeos. "Hay gente que me está preguntando, ¿es verdad que tu hijo es de Vox?", empieza. No responde a la pregunta pero lanza esta reflexión: "Sinceramente, Marco tiene 18 años y no ha votado nunca. Es verdad que ayer se creó una absurda polémica de alguien con ganas de hacer daño, en la que yo no voy a entrar. Es un tipo encantador, lleno de nobleza. Es cierto que sigue a Vox, también a Pedro Sánchez y a Amancio Ortega, y no es multimillonario. No voy a entrar en polémicas de gente que tiene ganas de hacer daño. No voy a entrar en polémicas por el simple y llano hecho de que lo único que yo pretendo es que mi hijo viva en una casa de libre pensamiento, donde todos nos podamos expresar, decir cómo somos, quiénes somos, en qué pensamos y debatir, jamás desde el insulto, la violencia o la agresividad". El vídeo es este:
Milán rechaza las criticas a su hijo y lo defiende. Absolutamente normal, es lo que hace una madre. Lo invita a pensar cómo quiera, siempre que lo haga desde el respeto. Difícil, si predica con el ideario intolerante de Vox. También hay que decirlo.