Ser previsible es positivo en muchos aspectos, ahora bien, es difícil llamar la atención y despertar interés cuando ya todo está escrito. En cambio, la imprevisibilidad hace que nadie espere lo que pasará y, Supervivientes es experto en jugar con este cambio de planes de última hora. Jorge Javier Vázquez (53) presentó el jueves 23 de mayo la gala número doce del reality más exigente de la televisión, no solo por las pruebas a las cuales se enfrentan los participantes, sino que también por las condiciones de vida que durante semanas hacen casi imposible mantener las fuerzas. Doce semanas desde que arrancó el programa en Honduras y aquellos supervivientes que todavía aguantan empiezan a flaquear. Sí, Jorge Javier Vázquez ya avisó a los espectadores de que esta edición sería de lo más emocionante y, realmente, lo está siendo. En la última entrega de Supervivientes se llevaron a cabo pruebas espectaculares, tomaron decisiones inéditas, cuatro nuevos nominados y uno expulsado.
La última gala que se ha emitido de Supervivientes no era cualquier. Fue primero Jorge Javier Vázquez quien lo anunció y rápidamente dio paso a Laura Madrueño (38) quien, desde un helicóptero, explicó que hoy era el día de la unificación. "Fijaros donde estoy porque el helicóptero de Supervivientes ha comenzado a volar de nuevo para celebrar un hecho histórico: la unificación. Tras 78 días de aventura, Olimpo y Condena desaparece hoy para siempre. Han descubierto el hambre, el sueño y el agotamiento. Pero también la valentía, la fuerza y la constancia. Pero lograron levantarse, y, aunque divididos, sumaron sus escasas energías para conseguirlo. Y lo han hecho. Esta noche descubrirán playa Corinto. El lugar donde Poseidón libro su última gran batalla se convertirá en su nuevo hogar cuando comienza la recta final de la experiencia".
El programa arrancó de manera trepidante, pero los espectadores más fieles al reality sabían que la última gala era clave para saber el futuro de Arkano (30) y las novedades sobre las consecuencias de la expulsión de Ángel Cristo (43). El rapero, que aceptó el reto de viajero hasta Honduras para participar en uno de los realities más conocidos de la televisión, sufrió una grave crisis de fuerzas que lo llevaron a pedir a la dirección del programa que quería abandonar. Finalmente, no fue así hecho que pudo ver a su madre y ella le transmitió mucha energía para continuar adelante con el concurso. Diferente del caso del rapero, Ángel Cristo fue expulsado por incumplir una de las normas sagradas del concurso que no solo ponía en riesgo su vida, sino que también la de todo el equipo que se encuentra en Honduras. Hay una teoría que cada vez gana más fuerza. El hijo de Bárbara Rey (74) habría estado tres horas fuera del perímetro controlado para así ser expulsado y volver a España sin tener que pagar la cláusula establecida para abandonar voluntariamente el programa.
El caso es que la expulsión repentina de Ángel Cristo ha dejado una posición vacía en Supervivientes y eso ha supuesto una ventaja sin precedentes en el concurso para el superviviente que fue expulsado en la última gala. Fue Blanca Manchón (37) la expulsada. Lo que ni ella ni ningún otro concursante sabía es que el programa le ofrecería una oportunidad exclusiva para cubrir la plaza que dejó libre a Ángel Cristo, siempre que cumpla el requisito que explicó el presentador. Blanca Manchón tendría que estar sola y sin que la descubrieran sus compañeros en una playa hasta el domingo. Si lo consigue, Sandra Barneda (48) permitirá su reincorporación con los otros supervivientes. El programa también acabó con cuatro nuevos nominados: Marieta, Kiko Jiménez, Aurah Ruiz y Gorka Ibarguren.