Los que hemos tenido la suerte de haber conocido y trabajado con el bueno de Àngel Llàcer damos fe de su bondad, proporcional a su inmenso talento como actor, director y personaje televisivo absolutamente maravilloso. Socarrón, inteligente, juicioso, el artista y animal televisivo ha preocupado y mucho a sus familiares y amigos y los espectadores de Tu cara me suena por lo que le ha pasado las últimas semanas, un infierno que lo sumergió en un pozo sin fondo del cual pensó incluso que no saldría.

El genial comunicador ha tenido un susto de proporciones siderales. Uno de los momentos más complicados de su vida después de contraer una bacteria, Shigella, después del viaje que hizo a Vietnam. La cosa se complicó tanto que tuvo que ser ingresado en la UCI hasta en dos ocasiones, una en Madrid y otra en Barcelona. Una pesadilla de la cual no se despertaba por culpa de una fascitis necrotizante que le diagnosticaron en la Clínica Dexeus de Barcelona, que derivó en cuatro operaciones en la pierna y a permanecer 14 días en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Llàcer, viviendo una tortura e incluso, dada la gravedad de la infección, llegó a sufrir por su vida, tal como describe en una carta a sus seguidores en redes que pone los pelos de punta. Un Llàcer que se abre en canal al lado de un bebé, el hijo de un buen amigo, que lo ha llevado a pensar en cómo él salía del hospital, de donde pensó que no saldría, a la vez que nacía una nueva vida, "un regalo de la vida conocerle, después del susto que la vida misma me dio unas semanas atrás". Explica el actor y director que "Fueron momentos muy difíciles, en los que se temió por mi vida; incluso llegué a despedirme de mi familia y de mis seres queridos". Así de claro, así de crudo. Por suerte, lo peor ha pasado: "Ahora ya puedo decir que el bache está superado, que ya estoy en casa y que vienen meses de rehabilitación".

Habla del excelente trabajo de los profesionales médicos, encabezados por su ángel de la guarda, su "SALVADORA", como él describe a la "insistencia y la profesionalidad de la Dra. Cambray y la diligencia y saber hacer del Dr. Monllau y todo su equipo de traumatología, en especial el Dr. Pérez Prieto y los doctores Simón, Pizza y Gaggioti, me salvaron la vida. No encuentro las palabras para agradecerles todo lo que les debo", así como todo el personal que le ha atendido en la UCI estos días, "no os podré olvidar nunca". Llàcer constata que "ha sido un momento muy complicado, seguramente el peor de mi vida, tanto a nivel físico como emocional; pero como siempre hay que quedarse con lo positivo de todo… y yo me quedo con todo el amor y el cariño que he recibido estas semanas". Con unos agradecimientos finales extensivos a "toda mi familia por estar siempre a mi lado; a mis amigos por hacer piña y protegerme tanto; a otra familia, la teatral, de NostromoLive por no bajar nunca el telón; a todas y cada una de las personas de Gestmusic por no abandonarme nunca; a mi gran familia televisiva de Atresmedia por demostrarme una vez más que detrás de grandes profesionales hay grandes personas; a todas las personas anónimas que se han preocupado por mí y me han escrito para mandarme ánimo y fuerza. SIGO".

Celebramos que se haya recuperado, y que, como él dice, siga, pero, por favor Àngel, no nos des otro susto como este.