Antonio Orozco vivió en Alcobendas (Madrid) uno de los conciertos más emotivos de su vida. El cantante del Hospitalet de Llobregat ofrecía la primera actuación después de la muerte de Susana Prat, su ex pareja y madre de su hijo, el pasado 26 de octubre.

Un concierto lleno de emociones donde el artista hizo referencia a Prat en diferentes ocasiones apuntando al cielo con los dedos, como explican algunas personas del público. Aparte de este episodio, se vivió otro momento entrañable. La protagonista fue Rosa Martín, una mujer de 97 años que asistió a primera fila con su nieta.

La revista ¡Hola! habló con la nieta, Marina, fan incondicional de Orozco, que decidió que quería compartir con su abuela una experiencia inolvidable. Y así fue. El cantante se fijó rápidamente y no dudó en bajar al escenario para cantar con ella fragmentos de algunas canciones como Lo que tú quieras soy.

Marina se mostró exultante después del concierto: "Mi abuela ha disfrutado como una niña pequeña". El público aplaudió enérgicamente el gesto del cantante, que alargó una actuación que en principio tenía que durar dos horas con interpretaciones acústicas con la guitarra.