La industria de la pornografía se ha visto fuertemente golpeada al confirmarse la muerte de August Ames, una de las actrices más solicitadas por las productoras del sector. Según informan las fuentes forenses, Mercedes Grabowski (nombre real) murió por asfixia después de haberse ahorcado.
Algunos medios apuntan que la actriz llevaba meses sufriendo depresión y que una polémica generada a raíz de unos comentarios en Twitter habrían sido los desencadenantes de su drástica decisión.
Ames anunció por la red social que se negaba a rodar una escena con un actor que normalmente trabaja en cine porno gay. Muchos de los usuarios la tildaron de homófoba por sus palabras y ella se quiso justificar con un nuevo tuit dónde decía que era una "cuestión de seguridad" y que no quería poner su cuerpo en riesgo. Lejos de apaciguar los ánimos, todavía puso más leña al fuego.
Más tarde, reiteraba que no era homófoba: "¿Cómo queréis que sea homófoba si me siento atraída por mujeres?".
El día siguiente, la intérprete vio como los comentarios e insultos habían subido de tono. Ames incidió en qué no tenía que pedir perdón a nadie y dio tres premisas a sus seguidores: "Escoge con quien quieres trabajar/ No hagas nada que te haga sentir incómodo/ Comparte tus pensamientos".
El último mensaje antes de suicidarse, era mucho más directo: "Que os jodan a todos".
La noticia ha sido recibida una indignación y tristeza por sus compañeros de profesión, que han acusado a los usuarios de Twitter de la muerte de August Ames. Con sólo 23 años, la joven canadiense había grabado un total de 270 escenas y era una de las grandes estrellas del sector pornográfico.